LA HABANA, Cuba. – Según el más reciente informe de la ONG Prisoners Defenders, Cuba cerró el mes de diciembre de 2022 con 29 nuevos presos políticos, para un total de 1057 que sufren condenas judiciales o limitación de libertad.
Se estima que a las cárceles cubanas ingresan mensualmente unos 30 sancionados por motivos políticos, del mismo modo que los órganos represivos mantienen el hostigamiento sobre la sociedad civil y la población en general, para evitar que trasciendan las denuncias sobre la cada vez más insostenible situación económica, social y política que atraviesa la Isla.
El informe registra que, del total de presos políticos, 36 son menores de edad, de los cuales 16 están siendo procesados o han sido juzgados por el delito de sedición, recibiendo una sanción de cinco años de privación de libertad, como promedio.
De los manifestantes del 11 de julio de 2021, al menos 175 han sido acusados de Sedición y sentenciados a un promedio de más de 10 años de privación de libertad.
Al menos 123 mujeres sufren prisión política y de conciencia. Las mujeres transgénero han sido encarceladas junto a hombres, a pesar de que el nuevo Código de las Familias establece el respeto a los derechos de las personas trans.
Asimismo, alertó sobre el empleo discrecional del término “responsabilidad parental” que dentro de dicho Código reemplazó al de “patria potestad”. De acuerdo al informe, la “responsabilidad parental” estaría siendo utilizada para amenazar a padres y madres encarcelados por motivos políticos con la pérdida de la custodia de sus hijos, si insisten en ejercer su libertad de expresión y mantener una postura irreverente, crítica, contra el sistema.
Prisoners Defenders apunta que los métodos de coacción por parte del régimen han sido efectivos, pues a pesar de la profunda miseria en que viven los cubanos el miedo ha demostrado ser superior a la indignación, causando que el pueblo limite el ejercicio de sus derechos fundamentales.
El informe señala, además, que la severa parálisis económica de Cuba y la progresiva pérdida de capital político y moral del gobierno castrista ha acentuado su dependencia del bloque totalitario mundial. El régimen cubano es aliado declarado de Rusia e Irán, apoyando en consecuencia la invasión de Ucrania, la salvaje represión contra los ciudadanos iraníes, las ejecuciones públicas y la violencia contra las mujeres en esa nación islámica.
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