MIAMI, Estados Unidos. – La campaña de recaudación lanzada el pasado lunes para apoyar a la periodista independiente cubana Tania Díaz Castro, de 84 años, sumaba poco más de 600 euros en la mañana de este miércoles.
Díaz Castro, pionera del periodismo independiente cubano y colaboradora de CubaNet durante años, vive sola con sus mascotas en el reparto El Roble, en Santa Fe, un pueblo costero al noroeste de La Habana.
Después de más de dos décadas dedicadas al periodismo independiente, Díaz Castro no tiene cómo subsistir económicamente. Disentir en Cuba, oponerse a Fidel Castro y ejercer como cronista fuera de la propaganda oficial la condenaron a no disponer siquiera de una precaria pensión, pese a que trabajó toda su vida como guionista, escritora y periodista.
Para ayudar a la periodista cubana, el colectivo Casa Palanca organizó una recogida de fondos en la que toda persona interesada puede colaborar. Quienes se sumen a la iniciativa recibirán un ejemplar de un libro de crónicas de la autora, mientras que el monto recaudado será entregado a Díaz Castro, una mujer que ha confesado que su mayor anhelo es que tras su muerte nadie especule que trabajaba para la Seguridad del Estado.
Tania Díaz Castro, poeta, periodista y presa política
Además de periodista, Tania Díaz Castro también ha sido poeta. Fue fundadora de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). A partir de 1964 trabajó como reportera en revistas y periódicos nacionales. En 1977 ya era una guionista de radio reconocida.
A la par, Díaz Castro comenzó a cuestionar al régimen de Fidel y a oponerse a él.
En octubre de 1987, un pequeño grupo que la incluía comenzó a enviar a las embajadas radicadas en La Habana mensajes sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por el gobierno comunista. Esos materiales eran publicados luego en el extranjero.
En febrero de 1988, ese mismo grupo del Comité Cubano Pro Derechos Humanos presentó los testimonios ante una Comisión que la ONU envió a Cuba para investigar el cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Díaz Castro fue la encargada de explicar por qué en Cuba no había libertad de expresión ni de prensa.
Enfrentarse frontalmente el régimen le valió a sus compañeros el exilio y a ella la cárcel. Sin embargo, el presidio político no la silenció. En 1998 comenzó a colaborar con CubaNet. En este diario pueden encontrar cientos de sus textos publicados desde finales de los años 90 hasta 2022.
En entrevistas recientes, la periodista ha contado que lo más difícil para ella no fue siquiera el hostigamiento o la cárcel, sino envejecer y sentir cómo su cuerpo se resiste a ejecutar tareas sencillas.
