MIAMI.- Con el propósito de reflexionar sobre cómo reconstruir la nación y avanzar hacia la Cuba democrática que millones de ciudadanos reclaman, CubaNet reunió en un mismo espacio a dos de los opositores más reconocidos dentro y fuera de la isla: Orlando Gutiérrez-Boronat y José Daniel Ferrer.
Desde la sede del Directorio Democrático, ambos compartieron visiones, propuestas y experiencias sobre la unidad, la justicia, la transición y las estrategias cívicas necesarias para alcanzar el país que necesitamos.
La unidad de los cubanos que luchan por la democracia es una idea muy repetida pero poco alcanzada. ¿Qué la ha impedido y cómo puede construirse a partir del reencuentro entre ustedes?
Orlando Gutiérrez-Boronat:
Quiero darle la bienvenida a José Daniel a este campamento del exilio, desde donde seguimos la lucha. Como él recordó, figuras como Máximo Gómez, Antonio Maceo, José Martí o Calixto García tuvieron que salir de Cuba para luego regresar. Estamos en esa misma función. En esta sede del Directorio de la Asamblea de la Resistencia Cubana trabajamos desde hace años en una unidad funcional de más de 50 organizaciones dentro y fuera del país. Esa unidad siempre hay que ampliarla.
Llevamos décadas colaborando con José Daniel desde aquel encuentro histórico en La Habana con Lorenzo de Toro, vicepresidente del Directorio. Le tenemos admiración, respeto y cariño. Estamos aquí para servir a Cuba y a la República. en cuanto él pueda iniciamos conversaciones.
José Daniel Ferrer:
Para mí es muy positivo y gratificante reencontrarme de manera personal con Orlando Gutiérrez y con los hermanos del Directorio Democrático y la Asamblea de la Resistencia Cubana. Ya había estado aquí hace nueve años, en 2016.
Llevo 11 días en el exilio y este encuentro era uno de los momentos que esperaba con ansias: un abrazo fraterno con un cubano valioso por la obra que ha desarrollado durante tantos años a favor de la libertad de Cuba. Nuestra patria está hoy esclavizada y muy sufrida.
Sabemos del trabajo que han realizado para fortalecer la unidad y la efectividad de la lucha, y se merecen reconocimiento. Pero, como dijo Orlando, esa unidad debe reforzarse constantemente. Mañana debemos estar más unidos y más fuertes que hoy.
Estamos convencidos de que menos del 3% de los cubanos se beneficia realmente de la tiranía. Más del 95% quiere vivir en libertad y aspira a una Cuba democrática, justa y próspera. El pequeño grupo que posee el poder busca mantener a la nación arruinada y al pueblo esclavo. Es una mentalidad enfermiza. Solo una unidad efectiva y un accionar estratégico permitirán la liberación primero y la reconstrucción después.
¿Qué proponen ustedes, desde la militancia de la UNPACU y desde la Asamblea, para avanzar en esa unidad? ¿Qué debe deponerse para lograrla?
Orlando Gutiérrez-Boronat:
El punto de partida está en el “Acuerdo por la Democracia”, uno de los primeros documentos que José Daniel firmó hace años. Allí se establece claramente que buscamos un cambio real y profundo en Cuba.
Quiero aprovechar para entregarle a José Daniel, ejemplo para el pueblo de Cuba, un rosario. Es un símbolo de fe y fortaleza espiritual, algo esencial también para la lucha.
José Daniel Ferrer:
Gracias. Tiene un valor enorme para mí. Soy un hombre de fe, y sin fortaleza espiritual no hay fortaleza para enfrentar una lucha como esta.
¿Para la transición democrática, debe haber justicia, perdón o ambos?
José Daniel Ferrer:
Ambos pueden existir, pero la justicia es imprescindible. El perdón debe ganarse. No puede esperar perdón quien reprime hasta el último momento. Y hay delitos que no pueden perdonarse porque las víctimas exigirán justicia. El que mató, torturó o cometió crímenes graves tendrá que enfrentar tribunales independientes.
Ahora bien, hay personas que, sin mancharse las manos de sangre, han servido al régimen, pero hoy colaboran discretamente con la oposición. Los he visto en las prisiones. Carceleros que pasaban mensajes a las familias, que ayudaban a introducir radios de onda corta, que evitaban golpear a presos políticos. Ese tipo de colaboración es una forma de empezar a ganarse el perdón.
Pero quien golpea, tortura o ejecuta órdenes criminales deberá ser juzgado.
Orlando Gutiérrez-Boronat:
Este es un hombre con una conogración que admiro o respeto, puedo aportar poco más de loque ha dicho. Solo quiero agregar que los crímenes de lesa humanidad no tienen perdón. No prescriben ni a nivel nacional ni internacional. Quienes los cometen o ejecutan órdenes criminales tendrán que responder. En toda transición exitosa, los responsables de crímenes graves han sido castigados.
Las Fuerzas Armadas deben dejar de ser un instrumento ideológico y convertirse en fuerzas al servicio de la nación, con un papel profesional y subordinado al poder civil. Queremos una república con estadp de derecho, división de poderes, altermacia. Ni ejército ni policía pueden seguir siendo herramientas de represión. Su función es proteger al pueblo.
¿Cómo se pueden unir la estrategia de movilización nacional de la UNPACU y la estrategia del paro nacional impulsada por la Asamblea?
Orlando Gutiérrez-Boronat:
Pocos saben que el llamado al paro nacional y a la no cooperación no surgió en el exilio, sino dentro de Cuba, desde las prisiones. José Daniel, Antúnez, Juan Carlos Herrera y otros presos políticos hicieron ese llamado simultáneamente y sin coordinación previa. Desde entonces hemos trabajado en esa dirección: un paro descentralizado, no violento, a múltiples niveles. Con un poco más de estrategia, el 11 de julio pudo haber sido el fin de la dictadura.
José Daniel Ferrer:
Totalmente de acuerdo. Para fortalecer esa estrategia hay que trabajar, comunicarnos más, crear la dinámica necesaria para que todos estemos alineados. Durante años hemos sufrido una falta de comunicación que paraliza. Cada cual está absorbido por la lucha —dentro y fuera de Cuba— y a veces no queda tiempo ni para la familia.
Pero siempre hay que encontrar el espacio para coordinar, como hicimos hoy. Conversaciones de cinco minutos pueden aclarar visiones y fortalecer el trabajo común.
Con entrenamiento, coordinación y comunicación constante, el llamado al paro nacional puede convertirse en una herramienta popular en toda la isla. La inmensa mayoría de los cubanos —incluidos policías, carceleros y muchos miembros de las FAR— quiere un cambio. La situación actual es insostenible para la mayoría de la población.
Mensajes finales al pueblo de Cuba
Orlando Gutiérrez-Boronat:
Estamos más cerca que nunca de la liberación. Pero solo será posible si la familia Castro y el Partido Comunista salen por completo del poder. Nuestro mandato es devolver todas las libertades al pueblo sin filtros, reorganizar y refundar la República.
Cuba puede levantarse rápidamente: por el talento de los cubanos, por la contribución de la diáspora, por la buena voluntad internacional. Pero primero hay que sacar del poder a quienes están matando al país.
José Daniel Ferrer:
Lo vi claramente en el Museo de la Diáspora: lo que fue Cuba antes del 59, la destrucción que ha causado el comunismo y lo que puede ser la Cuba futura. Nuestro pueblo tiene un potencial enorme. Con libertad y derechos garantizados, Cuba renacerá.
Pero antes hay que liberarla. Hay que acabar con la Cuba donde casi todos sufren y un pequeño grupo vive como millonarios. Esa situación debe terminar ya.
Orlado Gutiérrez-Boronat:
Debemos unirnos en principios, valores y propósito para refundar la República, basada en los derechos y libertades de todos para poder gozar de esa isla tan bella. Hay que sacar a Cuba del pozo que la ha arrojado el Comunismo.
José Daniel Ferrer
Permíteme cerrar con unos versos de Martí, de su carta a Néstor Ponce de León:
“Si es uno el honor, los modos se habrán de juntar; con todos se ha de fundar para el bienestar de todos.”








