Ciuadad de México, México.- Yevguéni Prigozhin y su organización mercenaria Wagner, después hacer las labores criminales bajo encargo del Kremlin, se han sublevado contra el régimen de Vladimir Putin y marchan hacia Moscú.
A última hora del viernes, logró tomar la ciudad de Rostov del Don, a poco más de mil kilómetros de Moscú y desde donde se dirigían las principales operaciones contra Ucrania. También conformaron que tenían bajo su control a los militares locales, incluido el aeródromo
Desde allí, el comando de militares dirigido por Prigozhin ha avanzado 500 kilómetros hacia Moscú, y ha habido enfrentamientos en la ciudad de Voronezh.
El diario El País ha publicado que testigos de Reuters han confirmado que la columna ha superado ya la localidad de Voronezh, a medio camino entre Rostov y Moscú.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se dirigió al país diciendo que todos los que tomaron las armas contra las autoridades son unos “traidores”, y que el ejército tiene órdenes de qué hacer. Según publicó El Mundo , poco después de su intervención ponía rumbo hacia el noroeste del país en avión. En concreto se dirigió a la región de Tver, zona en la que se encuentra su residencia (en Valdai). La aeronave desapareció del servicio FlightRadar.
Previamente, en tono amenazante el mandatario ha calificado la maniobra de Prigozhin de “traición” y “una puñada en la espalda”. Les ha amenazado con una respuesta “dura” y asegura que hará lo necesario para estabilizar la situación en Rostov. Asimismo prometió a quienes se han sumado a la rebelión ” un castigo inevitable”.
Por su parte Prigozhin ha advertido de una posible guerra civil y continúa su paso con sus soldados sobre tanques y camiones. De antemano Putin había ordenado el cierre de las carreteras que comunican a la capital rusa.
Hace unas horas supimos que el Grupo Wagner, el ejército paramilitar contratado por Putin para atacar a Ucrania, se había sublevado en Rusia.
Su líder, Yevgueni Prigozhin ha organizado un motín contra el Kremlin y ha tomado algunas localidades al sur de Moscú. Un mes atrás, el líder de los mercenarios había dado señales de su descontento hacia la gestión del Kremlin. En ese momento aseguró que las condiciones para defender el lado ruso eran cada vez más escasas y se temía lo peor con el ataque ucraniano.
Prigozhin también había acusado a Moscú de corrupción, de no darle las municiones necesarias y de mentir sobre los motivos que los llevaron a invadir a Ucrania.
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