Yanaisy Puentes: “Diseñar es como resumir un texto muy largo en una sola palabra”

Damos continuidad a una serie de entrevistas (+imágenes) que busca informar sobre quiénes son los actores de la ilustración y el diseño cubano contemporáneos. Vamos construyendo un mapa actual de la producción gráfica que expande las fronteras físicas y simbólicas del territorio de la isla.

0
La diseñadora cubana Yanaisy Puentes

Yanaisy Puentes (La Habana, 1997) es la diseñadora del cartel que acompaña a Terranova, mediometraje dirigido por los cineastas Alejandro Alonso y Alejandro Pérez, que recibió el pasado 7 de febrero el Ammodo Tiger Short Award en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam. Con la intención de conocer sobre cómo fue el proceso creativo del cartel (una ceiba talada con un mapa grumoso entre los anillos concéntricos), iniciamos un diálogo con ella. Aprovechamos el encuentro, además, para preguntarle sobre sus inicios como diseñadora, sus preferencias en el ámbito del diseño gráfico y sus maneras de discernir, de llegar a lo mínimo, de “resumir un texto muy largo en una sola palabra”.

Yanaisy me confiesa que padece, “un poco”, el síndrome del impostor, ese que les impide a las personas internalizar sus logros. Aun cuando es una de las diseñadoras cubanas con mayor presencia en concursos y bienales, ella cuestiona el éxito, no cree en él. Lo que ha sucedido es que no ha parado de trabajar, cuenta.

Me quedo observando uno de sus carteles. Le pregunto sobre esa sensación que a veces tengo cuando miro un cartel. Ese momento cuando olvido que esa imagen fue creada por alguien. Hay imágenes que parecen creadas desde siempre, le digo. Parecería que es fácil. Parecería que es fácil llegar a ese punto donde se colocan jaulas en vez de cabezas; donde se colocan pájaros dentro de las jaulas, pájaros rojos; donde una de las jaulas está abierta y el pájaro no está.

Edgar Ariel

Yanaisy, esta conversación pudiéramos iniciarla de muchas maneras, pero quisiera que habláramos, en un primer momento, sobre tu cartel de Terranova, el mediometraje dirigido por Alejandro Alonso y Alejandro Pérez, con guion de Lisandra López Fabé, que acaba de recibir el Ammodo Tiger Short Award en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam. ¿Cómo fue el proceso creativo hasta llegar al cartel que podemos ver hoy?

Recuerdo que antes de ver la película no me adelantaron absolutamente nada, ni género, ni tema, ni siquiera la duración. Buscaban un nuevo punto de vista.

El proceso inició con pequeñas anotaciones, palabras que definían objetos concretos, sensaciones, colores, sonidos, incluso algún que otro dibujo de una ciudad parecida a La Habana. Luego era necesario traducir esas anotaciones a conceptos, y de conceptos pasaron a ser bocetos de mapas de ciudades: andamios, bandadas de aves, árboles talados…

Con Alejandro Alonso, Alejandro Pérez y Oderay Ponce de León la comunicación era constante, teníamos visiones muy similares y llegamos a un punto común: la ceiba, el alma de la ciudad. A partir de ese momento era cuestión de trabajar en la visualidad. Y nació el cartel. El día que se imprimió fuimos juntos. Ver cada pase de color en cada una de las piezas fue un proceso muy emocionante para todos.

Cartel de ‘Terranova’, mediometraje dirigido por Alejandro Alonso y Alejandro Pérez, 2020

Un árbol talado. Una ciudad talada. Un árbol y una ciudad mutilados, distorsionados, como esos árboles y esas ciudades de Alejandro Zambra (Bonsái y La vida privada de los árboles). Mutilados, también, como en par de libros de Antonio José Ponte (Un seguidor de Montaigne mira La Habana y La fiesta vigilada). En todo esto pienso cuando observo el cartel de Terranova. Ese es mi imaginario, pero ¿en qué pensabas tú mientras lo diseñabas?

Siempre tuve presente la película. Teniendo ese referente tan fuerte es difícil pensar en otras obras, en otros contextos, sobre todo si es una película llena de simbolismos como Terranova. Siempre pensé el cartel desde la relación entre lo que está vivo (lo orgánico) y lo artificial (lo construido por el hombre), la decadencia y corrupción de ambas cosas, de una ciudad que desaparece entre los anillos de un árbol que a su vez ha sido mutilado.

Deriva de imágenes… Supongo que en ese proceso te haya dominado una constante deriva de imágenes. ¿Cómo te las arreglas para discernir?

Sí, suele pasarme, es difícil discernir y puede ser un proceso frustrante. Cuando empiezo a sentirme aturdida intento dejar esa selección de imágenes en un segundo plano para luego pensar con claridad cuál es la que realmente funciona, la que creo que estará más atada al concepto y la que voy a disfrutar más haciendo.

Creo que esa parte de disfrutar del proceso es muy importante. Cuando me siento bien trabajando una idea, suelo sacarle más provecho. Muchas veces sentirse bien no implica comodidad, porque no siempre sé representar la imagen que tengo en la cabeza, entonces también hay que “negociar” un poco con eso a la hora de discernir.

Ilustración, sin título

¿Cómo se llega a lo mínimo?

¿Y cómo sabes que llegaste a lo mínimo? Eso puede ser lo más difícil. Creo que intento llegar más desde el concepto que desde la representación como tal. Es como resumir un texto muy largo en una sola palabra o una sola oración, hay que ir quitándole palabras hasta llegar a ese centro y una vez que lo encuentro, o creo que lo encuentro, puedo usar una mayor o menor cantidad de recursos para traducirlo al lenguaje visual.

¿Cómo se llega a ese punto de no retorno donde seleccionas, entre miles, un color, una figura, un trazo?

Suele ser mediante prueba y error, y luego de mirar mucho lo que estoy haciendo, observarlo desde todas las formas posibles. Antes de decidir que algo está terminado lo veo en todos los soportes que puedo. También hay mucho de subjetividad, del “estilo” de cada cual. Cuando se tiene una serie de pautas que funciona creo que se vuelve un proceso casi a nivel del subconsciente, pero ya eso lleva mucha práctica y experiencia. A mí no me pasa todavía.

Ganador del 1er lugar en We Are SuperHeroes. International Poster Competition, 2020

¿Cómo un cartel o una ilustración se convierten en imágenes autónomas?

Supongo que en el momento en el que las imágenes comienzan a funcionar por sí mismas, sin la necesidad de estar vinculadas al producto para el que fueron creadas ni a la persona que las creó. Puede ser un poco como cuando me decías lo que piensas al ver el cartel de Terranova, cuando relacionas una imagen con una serie de referencias propias y empieza a funcionar independientemente de para lo que fue creada.

¿Te ha pasado? Seguro te ha pasado. A veces veo un cartel y mientras lo observo no recuerdo a la persona que lo diseñó. No pienso en esa persona. Hay carteles que aparentan estar creados desde siempre…

Sí, me ha pasado. El diseño tiene mucho de eso, de anonimato. Desde el mismo inicio del proceso uno está creando para alguien más, aunque siempre se escape la subjetividad del creador del cartel.

Parte de la Selección oficial de la Bienal Internacional de Cartel en México, en la categoría Cartel Inédito por la Biodiversidad, 2020

Sé que desde muy joven tuviste claro el propósito de ser diseñadora. ¿Por qué?

Siempre me ha sido difícil interactuar con otras personas. Cuando era niña, dibujar se convirtió en un medio a través del cual podía, de cierta forma, traducir algunas cosas que no entendía o me costaba expresar, además de que lo disfrutaba mucho. Cuando conocí sobre el diseño de comunicación visual me di cuenta de que era un poco eso, traducir una idea a un lenguaje gráfico, y bueno… ¿quién no quisiera dedicar toda su vida a lo que más le gustaba hacer de niño?

Desde niña dibujabas… ¿Pudieras comentarme cómo el dibujo ha influido en tu trabajo como creativa?

El dibujo ha sido un medio para generar ideas. Creo que brinda muchas posibilidades. A la hora de enfrentar un trabajo siempre están los bocetos (las manchas), algunos hechos con intención y otros que luego descubro como posibles caminos en los que ni siquiera había pensado en un primer momento. El dibujo me ha ayudado a activar códigos internos que suelen perderse cuando te quedas sólo con la parte técnica del diseño.

¿Qué prefieres? ¿El cartel? ¿La ilustración? ¿Los dos?

Los dos. Bueno… no sé. Depende. De hacer carteles me gusta mucho el proceso de conceptualizar, pensar la idea y luego “fajarse” un poco con la representación. El cartel me parece más retador. Lo que pasa con la ilustración es que es un terreno muy amplio, pero, de modo general, creo que me dejo llevar más a la hora de realizarla. Disfruto más esa parte de sentarme a hacerla. Así que sí, los dos. Depende…

Cartel incluido en la exposición ‘Autopsia colectiva’, México, 2020

Eres una de las diseñadoras cubanas con mayor presencia en concursos y bienales. Pudiéramos decir que eres una diseñadora con éxito, aunque tengamos reservas con esta palabra. ¿A qué crees que se ha debido?

Bueno… la verdad es que padezco un poco el síndrome del impostor. No asimilo bien esa palabra: éxito. ¿Éxito? No lo sé. Lo que tengo claro es que no he parado de trabajar, me cuesta mucho pasar un día sin hacerlo.

En cuanto a los concursos creo que he tenido esa “suerte” de dedicar mis esfuerzos a las oportunidades correctas, por así decirlo. Pero, en definitiva, si se debe a algo, creo que es a esas ganas de hacer cosas y algunas veces hacer esas cosas, aunque no tengas ganas.

Banner para la página web de Diseñadores Cubanos por el Mundo

Te graduaste hace sólo unos meses. ¿Cómo valoras la formación en la academia cubana?

Desde mi experiencia considero que la formación es muy buena y, sobre todo, te da una base importante de los fundamentos del diseño. Pero creo que, a veces, falta más contacto con otros profesionales del diseño, además de los profesores. Por ejemplo, supe lo que era el diseño de Cartel en unas conferencias que dio Nelson Ponce cuando yo estaba en primer año. Creo que aquellas charlas se llamaban “Diseño Gourmet”. Después de esas no supe de otras. Por eso quise cursar la optativa de Cartel. Tuve la suerte de que ese año se dio y que Darwin Fornés era el profesor, porque en muchos cursos ni siquiera salía como optativa. Pero sí creo que la formación es buena, sólo que, tal vez, estaría bien potenciar esa capacidad intuitiva y experimental que también tiene el diseño y conocer otras especialidades a las que muchas veces sólo se les da un breve repaso.

Ilustración, sin título

¿Qué piensas sobre el mapa del diseño cubano contemporáneo?

Creo que ahora mismo hay muchas ganas de crear y las redes sociales han generado una parte importante de esas ganas. Somos muchos los diseñadores nuevos que hemos encontrado cabida en ellas. Además, siento que hay una comunidad de apoyo entre la mayoría de nosotros. Hoy es más fácil acceder a las convocatorias, generar visibilidad, que aparezcan más diseñadores en el panorama…

Si tuvieras que nombrar varios puntos de ese mapa, ¿cómo lo harías?

Lo haría mal, probablemente. Sería muy complicado nombrarlos a todos o clasificarlos. No me atrevería.

Ilustración para El zorro y la flor

En estos momentos, ¿en qué proyectos trabajas? ¿Cuáles son los planes futuros?

Ahora mismo trabajo en la compañía Acosta Danza, como parte de su equipo creativo, que no para. Hace unos meses pude cumplir una ilusión que tenía: ilustrar un libro para niños, eso abrió la posibilidad de seguir trabajando en ese sector. Ya estoy trabajando en otros dos, ambos para una editorial extranjera. También estoy vinculada a un proyecto que se encuentra en desarrollo en estos momentos: Engaged Poster Review. Será un proyecto de curaduría organizado por el diseñador polaco Dawid Czajkowski que trae muchas sorpresas. Con respecto al diseño de cartel, algo muy especial que tengo ahora entre manos es que estoy repitiendo con Alejandro Alonso como director, haciendo el cartel de su próxima película: Abisal, que pronto verá la luz. Y así, trabajar mucho, colaborar y participar en lo que pueda.

Yanaisy, parecería que es fácil llegar a ese punto donde se colocan jaulas en vez de cabezas; donde se colocan pájaros dentro de las jaulas, pájaros rojos; donde una de las jaulas está abierta y el pájaro no está, como en uno de tus carteles. ¿Es fácil? ¿Es fácil llegar ahí?

No sabría decir si es fácil o difícil. Creo que todo forma parte del proceso, a veces lo ves más claro y todo fluye, la mayoría de las veces tropiezas con algo y vuelves a empezar. Algo que sí sé es que hay mucho trabajo detrás, desde la deriva de imágenes del inicio, la búsqueda de lo mínimo, el sentarse a dibujar como hacía de niña, la prueba y el error, hasta llegar a ese punto de no retorno donde seleccionas, entre miles, un color, una figura, un trazo.

Cartel incluido en la exposición ‘The World After’, durante The Skopje Festival en Macedonia, 2020
Colabora con nuestro trabajo
Somos una asociación civil de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural y artístico. En Rialta nos esforzamos por trabajar con el mayor rigor profesional en la gestión, procesamiento, edición y publicación de los contenidos y la información. Todos nuestros contenidos web son de acceso libre y gratuito. Cualquier contribución es muy valiosa para nuestro futuro.
¿Quieres (y puedes) apoyarnos? Da clic aquí.
¿Tienes otras ideas para ayudarnos? Escríbenos al correo [email protected].
guest
0 Comentarios
Inline Feedbacks
View all comments