
Un total de cuatro mil 74 novedades, incluidas 609 adiciones, trae la actualización 23.8 del Diccionario de la lengua española (DLE), presentada este martes 10 de diciembre por la Real Academia Española (RAE).
Como cada año, la Academia propone modificaciones –ello no solo supone adiciones, sino “variaciones, rectificaciones o supresiones de artículos”, según apuntó el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado– en el repertorio oficial de la lengua, y esta vez las mismas atañen a ámbitos tan diversos como la ciencia, el medioambiente, la tecnología, la gastronomía, la música o el deporte.
“Entre los nuevos artículos, encontramos palabras como espóiler, granularidad, macroencuesta o sérum. También formas complejas, es decir, aquellas compuestas por más de una palabra, como centro de salud, unidad móvil, voto castigo o de castigo, zona cero o zona de confort”, especifica la nota de prensa de la RAE. “En el ámbito de la ciencia, se incorporan nuevos términos como aerotermia o micelar; o voces como dana o microbioma, en el medioambiente y la biología”.
En otros campos, la institución destaca términos como “desarrollador o escalabilidad (también en su uso dentro de la economía)”, o bien teletrabajar y temporada en la acepción de “conjunto de episodios de una serie o un programa” (en tecnología); barista, frapé, infusionar, tabulé, umami, varietal o wasabi (gastronomía); funk, groupie e indie (música y cine); bicicross, capoeira, curling, drive, fitness o full contact (deportes).
“Otras voces que aparecen en la actualización son atencional, desendeudamiento, dramaturgista, humanizador, musealizary musealización o sociolaboral. Asimismo, se añaden acepciones coloquiales como, por ejemplo, en chorreo, en alusión a una reprimenda”, añade la Academia. “En cuanto al léxico americano o relacionado con América que se ha incluido en esta actualización, se encuentran, entre otras, las palabras
azotehuela, parrillar, posnet o pósnet o el extranjerismo sulky”.
Muñoz Machado anunció que en 2025 se empezará a preparar la 24ª edición del Diccionario de la RAE, que estará listo en 2026; la versión electrónica 24.0, dijo, “permitirá navegar por todo la versión web, sin las limitaciones que hay actualmente”.
Actualmente, el DLE posee 94 mil entradas y atrae unos 100 millones de consultas mensuales, según la propia entidad con sede en Madrid. La última de sus veintitrés ediciones salió a imprenta en octubre de 2014.
“El repertorio empieza en 1780, con la aparición –en un solo tomo para facilitar su consulta– de una nueva versión, ya sin citas de autores, del primer diccionario de la institución, el llamado Diccionario de autoridades (1726-1739)”, historia brevemente la RAE en su web. “El de 1780 fue, por tanto, el precedente de la serie de diccionarios usuales que llega hasta hoy”.