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Murió en Estados Unidos el escritor cubano Manuel Ballagas, miembro de la “generación del silencio”

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Con mucho retraso ha trascendido en redes sociales la muerte del escritor cubano Manuel Ballagas (1948-2025), exiliado desde 1980 en Estados Unidos. El deceso habría ocurrido el 20 de agosto último.

De acuerdo con varias publicaciones, pocos días después falleció también quien fue su pareja, la bailarina, coreógrafa, actriz y cantante Juanita Baró.

“Manuel Ballagas, hijo del reconocido poeta camagüeyano Emilio Ballagas, además de ser un destacado narrador con varios libros de relatos y novelas publicadas, fue un polemista incisivo, un provocador que emitía sus opiniones sin temor a granjearse enemigos”, comentó en su perfil de Facebook el escritor Joaquín Gálvez, editor de Insularis Magazine. “Ballagas fue, además, un cronista cultural de esos primeros años de la Revolución, en los que acompañó al poeta norteamericano Allen Ginsberg durante su visita a Cuba, dejando un testimonio sobre esta experiencia. En el exilio llevo a cabo una importante labor periodística trabajando y colaborando para varios medios de prensa”. 

“Soy un estadounidense que tiene el castellano como primera lengua”, se definió Ballagas en entrevista con Martí Noticias. Sobre su salida de Cuba dijo: “Me atrevería a decir que yo no me marché, sino que me expulsaron. Cierto es que busqué asilo, junto con mi esposa e hijo, en la Embajada de Perú en La Habana, en abril de 1980. Pero todo lo que vino después, los actos de repudio, el asedio, los empujones, las patadas, los escupitajos, y sobre todo, los gritos de «¡Qué se vayan! ¡Qué se vayan!», que nos persiguieron hasta una embarcación en el puerto de Mariel, califican claramente como un destierro dictado por el Estado cubano». 

Cuando aún no cumplía los 18 años, contaba Ballagas, ya había provocado la ira de Fidel Castro, quien habría tachado su primer libro, Con temor, publicado por Ediciones El Puente, de “intolerablemente morboso” y “contrarrevolucionario”.

Y acerca de la censura y la represión bajo el régimen cubano: “Años antes, además, se me había enviado a la cárcel por el delito de «escribir cuentos, poemas, novelas, ensayos y artículos» con el fin de destruir a la Revolución cubana. Después de pasar varios años en la cárcel y permanecer bajo libertad vigilada otros más, las alternativas eran pocas: o me iba yo o me expulsaban ellos. Y así fue”.

En esa misma entrevista con Luis Cino para Cubanet rememoraba cómo influyó en él que su padre fuera uno de los poetas más importantes de la primera mitad del siglo XX en la isla: “Me crie entre libros, muchos libros, porque no solo mi padre leía, también mi madre. Eran dos bibliotecas grandes que se reunieron, las de ellos dos. Libros en español, inglés, francés. Poesía, novelas, biografías, ensayos.  Mi padre una vez tuvo que poner una pequeña cerca para que no entrara a su espacio de trabajo. En mi casa había también cuadros de pintores famosos, de Portocarrero, Mijares, Ravenet… Y escritores que visitaban la casa y no hablaban de otra cosa que de literatura. Recuerdo a Roberto Fernández Retamar, Pablo Armando Fernández… Algo se me tenía que pegar”, dijo.

Junto a Roberto Madrigal, también fallecido recientemente, editó y dirigió en Cincinnati, Estados Unidos, revista literaria cuatrimestral Término, que publicó textos en inglés y español entre el otoño de 1982 y el verano de 1984. Se trató de un espacio cubano en el exilio que, según su primer editorial, apostaba por “la discusión y la polémica honestas, la observación aguda y el libre discurrir del pensamiento”.

Precisamente, el último post en Facebook de Ballagas está dedicado a Madrigal tras saber de su muerte en junio pasado. A ambos se les recuerda, en definitiva –si bien su proyecto editorial transcurrió paralelo a la revista Mariel–, como voces de la llamada “generación del Mariel”, cuyo sino literario estuvo ciertamente marcado desde antes incluso del exilio –según el decir del propio Ballagas– como “Generación del silencio”.

De izquierda a derecha Manuel Ballagas dos amigos y Roberto Madrigal en los tiempos que publicabana la revista Termino | Rialta
De izquierda a derecha: Manuel Ballagas, dos amigos y Roberto Madrigal, en los tiempos que publicaban la revista ‘Término’ en Cincinnati, Estados Unidos

“Yo estoy de acuerdo con él en eso de que nos debimos llamar «Generación del silencio», porque todos habíamos sido silenciados en Cuba, y el Mariel era tan solo un puerto escogido por Fidel Castro para nuestra expulsión”, dijo Madrigal en marzo de 2023 al editor e investigador Roberto Rodríguez en Rialta Magazine. “La palabra silencio nos pareció más abarcadora, pero bueno, se impuso lo de Mariel y uno lo acepta. Jesús Díaz, años más tarde, se refirió a ese trabajo de Ballagas diciendo que la verdadera «Generación del silencio» era la suya, porque nos había silenciado a todos nosotros”.

Hace unos cinco años, Ballagas decía: “…y ahora, cuando veo las calles de La Habana en la televisión no acabo de reconocerme en ellas, ni en sus viandantes, como si contemplara un país en el que nunca hubiera podido nacer”. Para enseguida afirmar lo que quizá ya abrazaba como destino coherente del silenciado: “Como reza una canción que hizo famosa Lucho Gatica, «dicen que la distancia es el olvido». Y bueno, Cuba me ha olvidado también”.

Hotel París (cinco relatos) y Cubiche fueron los últimos libros de Manuel Ballagas, quien recibió mención en el Premio David de 1967 por Lástima que no sea el verano. Escribió poesía, cuentos, memorias y varias novelas. Textos suyos aparecieron en publicaciones literarias como la Gaceta de CubaEscandalarMarielLinden Lane MagazineContratiempoSinalefaOtro Lunes y Revista Hispano Cubana.

Publicó asimismo en diarios como The Wall Street JournalThe Miami Herald The Tampa Tribune. Fue consultor editorial de la edición en español de la revista Foreign Affairs (2000-2003). 

Revista Termino 1982 1984 Archivo Rialta | Rialta
RIALTA STAFF
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Rialta, Alianza Iberoamericana para la Literatura, las Artes y el Pensamiento es una asociación civil con sede en Querétaro, México, de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural, artístico, científico y tecnológico.

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