“La nada cubana”, obra de la escritora cubana Katherine Perzant (1996), ha merecido el Premio Franz Kafka de Ensayo / Testimonio 2025 que otorga la plataforma inCUBAdora.
Por división de votos de un jurado compuesto por Legna Rodríguez Iglesias, Atilio Caballero y Edgar Ariel, el lauro ha recaído en la joven narradora, dramaturga y crítica de artes visuales, quien entrega aquí –al decir de Iglesias — “una novela del paisaje plano, troglodita y nulo en forma de seducción”.
“Extrañaba, como escritora y lectora, la ruralidad escrita, el área verde (que no es tan verde) y el campo (que no es tan campo) sino un plano fijo paralizado, que Katherine enfoca y desenfoca, logrando alcanzarlos y superarlos”, dice la autora de Princesa Miami (atlas político y de población), volumen ganador de este premio en 2024. “La nada de Katherine Perzant cubre Cuba, su miseria literaria es singular”.
Otro valedor “La nada cubana” es Edgar Ariel, quien lo considera “un libro ejemplar”, sobre todo, por constituirse como “cuerpo único […] y múltiple a la vez”.
“Su poética ensayística es tentacular. Su poética testimonial es gestual. Su poética se entredice como virtud”, se extiende en su elogio el crítico e investigador cubano. “Como esos shōji japoneses que privilegian el color tenue, la semiluz, el intercambiador de opacidades. La palabra es tabique. Un shōji es un tabique móvil sobre el que se pega un papel blanco grueso que deja pasar la luz, pero no la vista. La nada cubana deja pasar la luz. Y deja pasar la vista, pero solo entre la urdimbre, milimétricamente. Es decir, son textos –por llamarle textos– como listones a contraluz. El fondo es un cielo blanco. Un cielo enojosamente blanco”.
En la revista cubana El Estornudo, la autora presentaba ya hace unos años esos apuntes memorialistas, impresionistas sobre los campos de la isla y sobre “la nada cubana”.
“¿Qué cosa es la nada cubana?”, se preguntaba entonces. “El tramo que se produce cuando acaba un pueblito que se puede llamar Velasco o Delicias, cuando comienza el camino de tierra y el mayal crece cercando el paso, crece como lenguas de fuego vivo, verdes y coloradas, hasta que las espinas se tuestan por tanto resplandor y se vuelven blancuzcas como algodoneros”.
Esa “nada cubana” que no está exenta de muchas cosas: “Varios kilómetros de mayales y potreros vacíos y esas carretas que traen desde muy lejos, con cebollinos y cangres de yuca, [a] unos señores que se llaman Juan el mudo o Castillo, unos señores con el pelo ya mandarina de ese sol cabrón que trae la una en punto”, escribe Perzant.
En nota al pie de InCUBAdora se consigna que “parte el jurado” del Franz Kafka de Ensayo / Testimonio ha querido “destacar también la excelencia del libro de Ángel Pérez, «Parabienes»”.
Los organizadores del galardón han anunciado que la obra de Perzant se pondrá en circulación, en papel y en formato electrónico, durante la segunda mitad de este año bajo el sello de Ediciones inCUBAdora.
Licenciada en Periodismo, Katherine Perzant es asesora del grupo multidisciplinar El Ciervo Encantado. H publicado en Cuba los libros El pájaro motosierra (Premio Nacional de Dramaturgia “Abelardo Estorino”, Tablas-Alarcos, 2022); Las mujeres que no amaban a los hombres (Premio Celestino de Cuento, Ediciones La Luz, 2024) y Teoría de las flores salvajes (Ediciones La Luz, 2023).