Sin dudas uno de los pensadores de moda de esta época, el surcoreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959), ha merecido este año en España el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.
El filósofo nacionalizado alemán, autor de libros como La sociedad del cansancio o La sociedad de la transparencia, ha sido galardonado en virtud de su “capacidad extraordinaria para comunicar de forma precisa y directa nuevas ideas en las que se recogen tradiciones filosóficas de Oriente y Occidente”.
Así lo declaró un jurado compuesto en esta ocasión por Miguel Falomir (presidente), director del museo del Prado en Madrid, así como por Álex Grijelmo, Estrella de Diego, Alma Guillermoprieto, Cristina de Middel y Carme Riera, quienes debieron elegir entre 47 nominados de 16 nacionalidades.
Dicho comité destacó asimismo la “brillantez” de Han al “interpretar los retos de la sociedad tecnológica” de nuestros días. La brillantez y la transparencia, o bien la legibilidad, la brevedad, la perspicacia y la provocación… es lo que caracteriza los libros de Han, que suelen rondas el centenar y medio de páginas y que en español han sido publicados por las editoriales Herder o Taurus.
Tras conocerse el galardón, los medios no han dejado de mencionar las sempiternas sospechas en torno a este filósofo alemán nacido en Surcorea: La expulsión de lo distinto o El aroma del tiempo, como los antes citados, son textos “cortos, divulgativos, llenos de referencias a la historia de la filosofía y centrados en problemáticas contemporáneas” que van pronto a convertirse en best sellers. “El éxito popular, como en el caso de Han, a veces está reñido con la acogida unánime en el campo de la academia”, apunta El País de España. “Y desde ahí se le ha criticado precisamente por su prolificidad, el espíritu de divulgación, cierta superficialidad, el decirle al lector lo que, de algún modo, el lector ya sabe. Que su fama, como también se ha dicho de Slavoj Zizek, supera con creces su aportación real al campo filosófico”.
Al reseñar en Rialta Magazine La desaparición de los rituales (Herder Editorial, 2020), Edgar Ariel hacía notar que sus libros, no obstante, “ofrecen algunas pistas para orientarse en la incertidumbre contemporánea a partir de nociones como enjambre, agonía, eros, poder, aroma, tiempo, cansancio, belleza, dataísmo, psicopolítica, transparencia, etc., que lo hacen atractivo para un gran número de lectores, muchos de ellos incluso sin mayor formación filosófica”.
“Pero, si existe un rasgo que permite identificarlo, es que todos sus ensayos parten de la crítica y el comentario de autores precedentes bien conocidos”, proseguía el reseñista. “En diálogo permanente con Heidegger, Nietzsche, Kant, Marx, Hegel, Foucault, Baudrillard, Benjamin, Deleuze, Guattari, Adorno, Horkheimer, Esposito, Sloterdijk, entre otros, el autor de Psicopolítica (Herder Editorial, 2014) ha puesto en cuestión conceptos ya establecidos en el ámbito del pensamiento occidental. Entre ellos, la sociedad disciplinaria y biopolítica de Michel Foucault, la sociedad inmunitaria de Roberto Esposito y las ideas de Giorgio Agamben sobre la desnudez. Esta, quizás, excesiva dependencia de los textos en que se funda para problematizar, convierte su producción filosófica en centro de numerosas críticas”.
Han también ha escrito La agonía del Eros o Vida contemplativa, donde apuesta a la inactividad como camino hacia la sabiduría; valedor de la lentitud frente a la velocidad, la productividad y “intoxicación” de esta época, su más reciente obra es El espíritu de la esperanza (2024).
“No hay libertad bajo la compulsión del rendimiento”, ha sostenido Han durante años, y ese diagnóstico urgente, junto a la ética que de ahí se sigue, han colocado su obra –irónicamente– en el sospechoso vórtice del éxito editorial. Y, por supuesto, le han ganado este Princesa de Asturias.
Si está dispuesto a romper su relativa fobia a viajar, Han recibirá el premio, junto a los laureados en otras disciplinas, el próximo otoño en el Teatro Campoamor de Oviedo, España.