LA HABANA, Cuba.- La certera plegaria a la Virgen de la Caridad del Cobre, emitida por Monseñor Dionisio García, arzobispo primado de Cuba, una semana después de las manifestaciones pacíficas el 17 de marzo en Santiago de Cuba, Bayamo y otras localidades, fue una denuncia a las causas del descontento y un apoyo a las demandas espontáneas del pueblo por corriente, comida y libertad “para que cada cual pueda hacer su proyecto de vida en Cuba…”.
Su clamor se ubica en la historia de Cuba junto al documento “El Amor todo lo Espera“, emitido por los obispos cubanos en 1993. Treinta años después, los cubanos están sumidos en una crisis económica, política y social superior a la padecida durante el llamado Período Especial, sin avizorarse esperanzas de apertura por las autoridades gobernantes.
La Plegaria a la Virgen de la Caridad del Cobre, fe del amor, es el desgarramiento lúcido y valiente del corazón y la mente de Monseñor Dionisio García sobre los sufrimientos espirituales y materiales de la vida cotidiana, y fue emitida en la Basílica Santuario Nacional de nuestra patrona, el Domingo de Ramos, el pasado 24 de marzo.
La Plegaria
En su súplica, alegó que “la gente lo pide de muchas maneras, vemos que se ha pedido en la mayoría de los casos, sin violencia. Al contrario, se ha expresado un sentir. Es más, en situaciones que parecían un poco tensas, el mismo pueblo ha empezado a decir y a corear: ¡No más violencia. No más violencia! Sí, hay veces que vivimos violencia callejera, la lucha de la vida, que ya es violencia, y hay veces que no podemos expresar las cosas… Eso lo sabemos todos. Y qué mejor lugar que venir a decirlo aquí, para que tengamos la esperanza de ese pueblo que esperaba al Mesías, que sepamos que algún día llegará la luz a nuestro pueblo”.
Monseñor Dionisio es un ejemplar discípulo y continuador del cubanísimo Arzobispo primado de Cuba, Pedro Meurice Estiu, y otros inolvidables prelados como Monseñor José Siro González Bacallao.
Es reconocido por su proximidad cotidiana al pueblo que conoce personalmente, desde su nacimiento en Guantánamo, los estudios en el Colegio La Salle y la Universidad de Oriente, y la labor durante ocho años como ingeniero eléctrico en la compañía telefónica, hasta su ingreso en el seminario de Santiago de Cuba en 1980.
Entonces, la Iglesia Católica de Cuba atravesaba la persecución gubernamental, comenzada por la llamada Revolución, cuando en la década de 1960 expulsó a los sacerdotes, tomó las propiedades, persiguió a los pocos curas existentes y practicantes, hasta encarcelarlos en las brigadas de la UMAP, incluido Jaime Ortega Alamino, posteriormente Cardenal de Cuba.
No fue hasta 1992 que Fidel Castro se aproximó al Papa San Juan Pablo II y permitió la práctica de todas las religiones.
Monseñor Dionisio García
Monseñor Dionisio fue el primer Obispo de Bayamo-Manzanillo de 1995 a 2007, desde entonces, funge como arzobispo de Santiago de Cuba y como Vicario parroquial desde 1995.
Su plegaria a la Virgen este Domingo de Ramos llegó en un contexto donde la mayoría de los cubanos no tiene acceso a los alimentos para cubrir sus necesidades vitales, por carecer de dinero para afrontar la galopante alza de los precios, con salarios y pensiones miserables.
Las cuotas de la famosa libreta de racionamiento por 7 libras de arroz, 4 libras de azúcar, 5 huevos y una libra de pollo mensuales no han llegado a la mayor parte del país, o se entregan fraccionadas en marzo, sin “pagar” los meses anteriores cumplidos parcialmente.
Por otra parte, los productos agrícolas son escasos y con altos precios, según las localidades. Los envíos de remesas y alimentos por familiares y amigos mitigan las necesidades de una parte de la población, y permiten comprar en las tiendecitas llamadas mipymes.
Los apagones eléctricos ascendentes a 18 horas disminuyen según llega combustibles, pero no existe estabilidad. El gobierno ofrece mayor lucha ideológica contra el enemigo interno y externo, y represión a las libertades individuales.
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