MIAMI, Estados Unidos. — Aniette González, detenida desde el pasado 23 de marzo en Camagüey por publicar en redes sociales fotos suyas envuelta en la bandera cubana, podría ser condenada a cuatro años de prisión, según dio a conocer la activista desde prisión.
La mujer se encuentra recluida en la prisión de mujeres de esa provincia del centro-oriente cubano. Desde allí comunicó al periodista independiente Jose Luis Tan Estrada su petición fiscal, formulada en base al presunto delito de ultraje a los símbolos patrios.
“Desde la prisión de mujeres en Camagüey, Aniette González, me dijo que según la petición fiscal, el régimen quiere sancionarla a cuatro años de cárcel por delito de ultraje a los símbolos patrios. Aniette lo único que hizo fue tomarse una foto con la bandera cubana, bandera que es de todos”, escribió Tan Estrada en redes sociales.
Desde la prisión de mujeres en #Camagüey, Aniette González, me dijo q según la petición fiscal,el régimen quiere sancionarla a 4 años de cárcel por delito d “Ultraje a los símbolos patrios”
Aniette lo único q hizo,fue tomarse una foto con la bandera cubana. Bandera q es de todos pic.twitter.com/l66KTlYnym— Jose Luis Tan Estrada (@JLperiodista96) August 18, 2023
Las fotos que se tomó e hizo públicas González formaban parte de la campaña “La bandera es de todos”, en favor de la liberación del artista y preso político Luis Manuel Otero Alcántara.
Días después de su detención, el régimen cubano rechazó una petición de habeas corpus hecha por hecha por Aniette Ginestá, hija de la presa política.
En abril de 2023, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció ante la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el caso de Aniette González García. La ONG sostuvo en aquella ocasión que la medida de privación de libertad contra la activista se produjo luego de “una detención arbitraria que califica como acto ilegal y denunciable”.
El reporte presentado por el OCDH ante esas organizaciones da cuenta de “un enfrentamiento severo entre derechos humanos irrenunciables, como el de libertad de expresión, libre creación y pensamiento, y la respuesta coercitiva del Estado cubano”.
