MÉRIDA, México -. El expresidente argentino Alberto Fernández fue acusado a inicios de esta semana por Fabiola Yáñez, exprimera dama y su expareja, de “violencia física y mental”.
Tras la denuncia, presentada por Yáñez desde España, se han tomado medidas para que Fernández no se acerque a la denunciante, así como se le ha prohibido al peronista la salida de Argentina.
El juez Julián Ercolini solicitó al expresidente que el juez Julián Ercolini, “cese en actos de perturbación o intimidación que, directa o indirectamente, realice hacia Fabiola Yáñez”.
Tras hacerse pública la noticia, Fernández emitió una declaración en la que asegura que “la verdad de los hechos es otra”.
“Solo voy a decir que es falso y que jamás ocurrió lo que ahora me imputa. Por la integridad de mis hijos, de mi persona, y también de la propia Fabiola, no voy a hacer declaraciones mediáticas, sino que portaré ante las Justicia las pruebas y testimonios de que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”, se lee en el comunicado difundido en X.
El abogado de la víctima Juan Pablo Fioribello, que hasta hace poco también representaba a Fernández, dijo que Yanéz estaba muy angustiada, no aguantó más la situación y decidió hacer la denuncia.
Chats y fotos de moretones
Unos días después difundirse la noticia, que ha removido la escena pública argentina, han trascendido chats entre Yañez y Fernández donde la exprimera dama se queja de la violencia recibida, así como fotos de la mujer con moretones y rastros de violencia en el rostro y un brazo.
Las imágenes y los chats difundidos por la prensa argentina son parte del expediente de la denuncia.
“Esto no funciona así, todo el tiempo me golpeas. Es insólito. No puedo dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada. Y todo lo que trato de hacer con la mente centrada es defenderte y vos me golpeas físicamente. No hay explicación”, se lee en una de las capturas de chat.
El viernes, la fiscalía argentina ordenó el registro del domicilio de Fernández en el barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires.
Al expresidente se le confiscó un teléfono con el fin de conocer si siguió hostigando a su expareja luego de que se le notificara que no podía estar en contacto con la víctima.
La escena política peronista, por su parte, ha recibido conmocionada las acusaciones.
La expresidenta Cristina Fernández, valedora de Alberto, dijo que los hechos “delatan lo más sórdido de la condición humana” y que el “machismo no tiene bandera partidaria”.
“Permiten comprobar, una vez más y dramáticamente, la situación de la mujer en cualquier relación, se desarrolle ésta en un palacio o en una choza”, agregó.
Las evidencias de violencia ya habían salido a la luz como parte de la por corrupción por la supuesta compra, durante su mandato en la Casa Rosada, de pólizas de seguros sobrevaloradas a corredores con los que se relacionaba previamente.