MIAMI, Estados Unidos. – En medio de la profunda crisis alimentaria que atraviesa la Isla, la venta y consumo de carne de gato se ha convertido en una solución desesperada para muchas familias, según revela un reciente reportaje publicado por el medio cubano de El Toque con apoyo del Food Monitor Program (FMP).
La investigación se basa fundamentalmente en el testimonio de un hombre identificado como Dairon, quien, durante su adolescencia, se dedicó a cazar y vender gatos en la provincia de Guantánamo.
“La carne de res y la de cerdo tenían un precio demasiado elevado para mis posibilidades y con el pollo de la cuota no me alcanzaba para más de una semana”, explicó Dairon. Con el tiempo, contó, algunos vecinos se enteraron de su actividad y comenzaron a hacerle encargos, lo que lo convirtió en uno de los muchos comerciantes de carne de gato en Guantánamo.
Dairon también aludió a que la grave escasez de alimentos no es la única razón detrás de la comercialización de la carne de gato en Guantánamo. Existe una creencia popular de que la sopa hecha con la cabeza del gato puede curar enfermedades neurológicas y la artritis.
“Todo el mundo tiene un caso; una abuela o una tía que se puso mala un día y con una sopa de gato mejoró. Es una receta milagrosa”, aseguró Dairon.
Hasta hace unos meses, la carne de gato se vendía en secreto para un mercado de consumidores muy específico. Sin embargo, a finales de febrero de 2024, se viralizaron anuncios explícitos en las redes sociales guantanameras que proponían la carne de gato, principalmente en grupos de “Revolico Guantánamo” en Facebook. Aunque las imágenes usadas en las publicaciones no mostraban carne de gato, la venta era real y estaba presente en la provincia, según El Toque.
Dairon explicó que los cazadores de gatos suelen buscar animales por las cercanías, sin importar si tienen dueño o son callejeros. “A mí no me da ningún tipo de pena con estos animales porque al final es carne como otra cualquiera, se parece mucho al conejo”, afirmó.
Por otro lado, la naturalización de este fenómeno ha generado preocupación entre las sociedades protectoras de animales y los dueños de mascotas en Guantánamo. Mayte, cuidadora de dos felinos y miembro activa de BAC (Bienestar Animal Cuba), dijo a El Toque: “Es imposible dejar salir a los gatos al jardín a jugar porque se los roban”.
De acuerdo con los entrevistados, la proliferación de personas que cazan, roban, asesinan y consumen la carne de animales de compañía refleja la magnitud de la crisis en el país. Barrios como La Loma del Chivo, El Bayamo y Polvo en el Viento son conocidos en la urbe guantanamera por ser centros del hurto y venta de gatos, así como de su consumo.
Al preguntarle su opinión sobre el futuro de esta actividad, Dairon concluyó: “Nadie detendrá la venta de carne de gato. Para muchos es una opción más que está sobre la mesa y que tienen que tomar si quieren ingerir un plato fuerte en la comida o ayudar a algún familiar enfermo. Si el Estado no da soluciones, la gente tiene que resolver con lo que tenga en la mano”.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.