MIAMI, Estados Unidos. – Un intenso debate sobre si Estados Unidos debe mantener el embargo contra el régimen cubano marcó una sesión en la Cámara de Representantes este miércoles, de acuerdo con el reporte de la agencia AFP.
“A 90 millas de las costas de Estados Unidos reside uno de los regímenes más represivos y brutales del mundo”, denunció el republicano Christopher Smith, que también calificó al Gobierno de la Isla como “una amenaza para el pueblo estadounidense” y la “seguridad nacional” del país norteamericano.
“El Partido Comunista gobierna mediante la violencia y el miedo e intenta controlar no sólo la economía, sino todos los elementos de la sociedad”, añadió Smith.
Donald Trump listo para gobernar a partir del 20 de enero de 2025, la mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso y el nombramiento del senador Marco Rubio como jefe de la diplomacia estadounidense presagian más “sanciones” a la Isla, indicó Smith.
Ese tono fue reforzado por la excongresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, quien participó en la sesión como testigo: “Aunque nadie más imponga un embargo (…) sigue siendo lo correcto”, afirmó, al tiempo que acusó al régimen cubano de no usar adecuadamente los recursos que obtiene, sino de vender alimentos y medicinas para otros fines.
No obstante, en la sesión también se escucharon voces contrarias al embargo. “Nuestro enfoque hacia Cuba (…) no ha beneficiado al pueblo cubano”, afirmó la demócrata Susan Wild, para quien las sanciones solo “sirve[n] para distanciar aún más a Cuba de la promesa de una sociedad libre”.
En la misma línea, Juan Pappier, subdirector de Human Rights Watch para las Américas, afirmó que la política estadounidense ha sido “contraproducente” y ofreció un camino alternativo: “reemplazar progresivamente el embargo por sanciones específicas contra los funcionarios responsables de violaciones de derechos humanos” y buscar un enfoque multilateral.
No todos coincidieron: María C. Werlau, directora del proyecto Archivo Cuba, rechazó la idea de que el compromiso internacional y el diálogo hayan servido de algo, alegando que los regímenes totalitarios como el de Cuba “no sucumben al diálogo ni a los ruegos”.
La audiencia tuvo lugar poco antes del traspaso de mando a la administración de Trump, quien designó a Rubio para encabezar el Departamento de Estado. La línea dura de la futura administración se refuerza con la promesa de “duplicar las sanciones” contra La Habana, señaló Smith.
Incluso antes de que concluya la Administración Biden, el próximo 20 de enero, no se esperan movimientos: “No preveo ningún cambio en nuestra política hacia Cuba de aquí al final de esta administración”, declaró el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en otra sesión congresional, cuando fue interpelado por la cubanoamericana María Elvira Salazar sobre si se mantendría al régimen en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.