LA HABANA, Cuba.- A propósito de “Amor, rock y autoinfectados con VIH: el cine vuelve a representar sucesos del Periodo Especial”, que fue publicado hace unos días en CubaNet, me ha contactado para rectificar algunos detalles, Dalia Rodríguez, la muchacha freakie a quien mencionaba en mi crónica.
Fue muy grande mi sorpresa y mi alegría al saber que Dalia, contagiada con el VIH-Sida desde mediados de la década de 1990 y de quien no tenía noticias desde hacía más de 25 años, sobrevivió.
Lamento, cuando cité el caso de Dalia, haberme equivocado en algunos detalles, de ahí que, a petición suya, escriba estas líneas.
Debo haber confundido su historia con la de alguna otra muchacha. Sucede que la memoria es traicionera, y en aquel tiempo, el Periodo Especial, eran muchas, demasiadas, las historias tristes… Y no pocas de ellas eran de freakies.
Dalia insistió en que explicara que el motivo por el que la apodaron La Crazy no fue porque estuviera loca, sino porque en 1985, durante una redada policial contra los freakies en El Vedado, le arrebató la pistola a un policía e hizo varios disparos al aire, motivo por el que además de recibir un diluvio de golpes de tonfa, la encerraron en un calabozo de la unidad de la PNR de Zapata y C, y luego la internaron en la sala Gustavo López del Hospital Psiquiátrico de Mazorra. Desde entonces, sus amigos la apodaron Dalia La Crazy y aún la siguen llamando así.
También quiso que puntualizara que ella no fue de los freakies que se auto-inocularon el VIH, sino que se lo contagió Amaury Triana “El Chile”, un rockero del que se enamoró en 1994, con el que contraería matrimonio y que falleció el 18 de noviembre de 2000.
Dalia estuvo ingresada más de nueve años en el sanatorio Los Cocos, desde 1995 hasta el año 2004, cuando salió embarazada.
Actualmente vive en Alamar, con su hijo de 19 años y sus mascotas: dos perros, varios gatos y una jicotea.
Dalia cuida su salud, trata de alimentarse adecuadamente y de que no le falten los medicamentos. Pero básicamente sigue siendo la misma de siempre. Cree firmemente en el amor y la amistad, ama la naturaleza y a los animales y le sigue gustando el rock, que asegura seguirá escuchando y disfrutando hasta la muerte.
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