MADRID, España.- El Instituto Cervantes recibió la máquina de escribir Olympia Splendid 6 de Severo Sarduy para su depósito en la Caja de las Letras, en un acto significativo que resaltá la importancia del escritor cubano en la literatura hispánica.
Esta ceremonia se llevó a cabo en los últimos días, coincidiendo con la Semana del Orgullo LGTBIQ+, y simboliza un homenaje a la vida y obra de Sarduy, quien fue una figura clave en el movimiento neobarroco latinoamericano y un defensor de la diversidad sexual.
La máquina de escribir, utilizada por Sarduy en la creación de sus influyentes obras, llegó acompañada del catálogo de la exposición “El Oriente de Severo Sarduy”, realizada en 2008. Esta exposición destaca la diversidad y profundidad de su trabajo, que incluye poesía, ensayos, narrativa y crítica de arte.
Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, destacó durante el acto la importancia de la obra de Sarduy, y señó cómo sus escritos invitan a reflexionar sobre la identidad, el exilio y la diversidad. En el evento participaron Gustavo Guerrero, comisario de la exposición, así como representantes del colectivo LGTBIQ+, quienes rindieron homenaje a Sarduy por su audaz exploración de temas de género y sexualidad en una época de gran represión.
Severo Sarduy, a pesar de ser uno de los más importantes escritores cubanos del siglo XX, no tuvo en su país el reconocimiento merecido. Fue relegado de la cultura oficial por ser un autor incómodo para el castrismo: abiertamente homosexual e irreverente.
Aunque dejó Cuba muy joven, Sarduy, que se llamaba a sí mismo “un cubano en París”, siempre desarrolló una creación literaria marcada por la cubanía y el estudio de sus raíces: europea, africana y china.
Murió enfermo de SIDA en París, ciudad a donde había emigrado a sus 23 años y donde desarrolló la mayor parte de su obra.
La Caja de las Letras del Instituto Cervantes, inaugurada en 2007, alberga legados de destacados intelectuales y artistas del mundo hispano, funcionando como una cápsula del tiempo que guarda objetos personales y testimonios culturales de gran valor.
La primera personalidad hispanoamericana en dejar su legado en la Caja de las Letras fue una cubana: la bailarina Alicia Alonso, que dejó unas zapatillas guardadas en la caja 1029.
Otros de los numerosos objetos que atesora el Instituto Cervantes son las obras completas de Federico García Lorca, donadas por la cantante española Ana Belén.
Gabriel García Márquez, Luis García Berlanga, Ana María Matute, Nuria Espert, Miguel Hernández y otras personalidades guardaron sus ideas y objetos personales en los más de 1.700 cofres que se encuentran en la Caja de las Letras.
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