AREQUIPA, Perú – Futuras “mejorías” en la economía a partir del sacrifico de los cubanos, “sin arriesgar la Revolución”. Ese fue el augurio para la Isla del primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, quien participó en una entrevista con la televisión Hispan TV, desde Irán.
El dirigente castrista intentó defender el paquete de medidas eufemísticamente llamado por el régimen cubano como “programa de gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”. Con ese fin, afirmó que el Gobierno en la Isla aplicará “las políticas necesarias para fortalecer la economía, sin arriesgar la Revolución”.
Según Marrero, las autoridades pueden considerar todas las vías posibles para lograr el crecimiento económico, augurando que ve una mejoría de la situación en unos cinco años.
El funcionario, quien estuvo en Teherán durante julio pasado, fue enviado para participar en la toma de posesión del presidente de Irán, Masud Pezeshkian. En sus declaraciones dio por hecho el sacrificio y mansedumbre del pueblo cubano, aseverando que los avances en la Isla se lograrían sin “renunciar a los principios fundacionales de la Revolución”.
“Nosotros vamos a continuar defendiendo la Revolución, a pesar de todos esos ataques crueles en las redes sociales. Vamos a seguir defendiendo nuestro Socialismo y tenemos para ello un pueblo que está dispuesto a acompañarnos en estos duros combates”, dijo.
Asimismo, Marrero utilizó la retórica oficial de la dictadura, al decir que el camino a la futura prosperidad era “muy duro” y “muy difícil”, pero “la revolución ha pasado por momentos más difíciles y ha logrado la victoria (…) Nunca prometemos a nuestro pueblo lo que no vamos a poder dar”.
De acuerdo con el primer ministro, el objetivo es “avanzar a paso firme”, “enfrentando todos los desafíos”, “hasta la victoria siempre”.
En contraste al discurso de la dictadura castrista, que pide sacrificios y resistencia a un pueblo en constante crisis y que vive la mayor escasez en décadas; la cúpula del Partido Comunista de Cuba y sus descendientes, viven vidas de lujo y exceso.
En enero pasado, trascendieron fotos de unas vacaciones en España del hijo de Marrero. El joven compartió en su cuenta de Instagram algunos momentos de su estancia en el país ibérico. En las fotos aparece junto a varios amigos divirtiéndose en sitios turísticos, uno de ellos fue la antigua ciudad de Toledo, al sur de Madrid.
Por su parte, Sandro Castro, nieto del fallecido dictador Fidel Castro, volvió a desatar la indignación de los cubanos el pasado mes con una publicación en redes sociales.
Una vez más, Sandro utiliza las plataformas digitales para exhibir su vida de lujos mientras el pueblo cubano lucha diariamente contra el hambre y la miseria.
En una imagen compartida, Sandro aparece en la lujosa finca “El Patrón”, bebiendo cerveza y disfrutando de un cómodo sofá con ropa de marcas reconocidas y el iPhone de moda. Esta ostentación ha generado una ola de comentarios de ciudadanos indignados que no pueden entender cómo es posible que alguien pueda vivir tan ajeno e indolente con la realidad que le rodea.
