LIMA, Perú – La periodista independiente Camila Acosta, reportera de CubaNet, denunció este domingo que tanto ella como su pareja, el escritor y exprisionero político Ángel Santiesteban Prats, se encuentran sitiados en su vivienda por agentes de la Seguridad del Estado (SE) del régimen.
A través de una publicación en Facebook, la periodista informó del acoso de la policía política castrista e informó que el reconocido opositor Manuel Cuesta Morúa, también ha sido sitiado en su residencia.
“Angel Santiesteban-Prats y yo tenemos vigilancia de la SE en nuestra vivienda. Manuel Cuesta Morúa también está sitiado. ¿Alguien puede explicarnos por qué?”, escribió Acosta en redes sociales.
En videos compartidos a este diario se puede ver a dos agentes de la SE vestidos de civil vigilando la vivienda de Acosta y Santiesteban. Uno apostado en cada esquina. Como en otros operativos, un vehículo policial debe también encontrarse en las inmediaciones de la cuadra.
Los episodios de hostigamiento contra Acosta suelen incluir un solo agente al mando y otras dos mujeres vestidas de civil que orbitan junto a la patrulla de policía. Llama la atención en el cerco de este domingo, el incremento del número de represores.
Tras la denuncia en redes sociales, los seguidores de la reportera ofrecieron varias hipótesis sobre la causa del operativo. Uno de ellos apuntó que por estas fechas (8 de septiembre) la Isla conmemora la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba.
“Yo he reportado peregrinaciones católicas. Incluso me pararon en una de ellas, hace unos meses”, comentó Camila Acosta a CubaNet.
En abril pasado, la periodista fue interceptada por dos agentes del Ministerio del Interior (vestidas de civil) durante una transmisión en vivo en la esquina de 11 y E, en el Vedado, La Habana. La reportera de CubaNet se encontraba cubriendo la procesión por Viernes Santo en esa área.
Las dos agentes, que se negaron a mostrar sus credenciales y decir sus nombres, exigieron a Acosta que les entregara su identificación oficial. Luego de chequear el documento, ambas se retiraron y dejaron a la periodista seguir su camino.
“Eso estaba rodeado de agentes de la Seguridad del Estado”, precisó Acosta.
La joven periodista es un blanco habitual de la Seguridad del Estado. Por su labor como reportera, ha sido sometida al acoso y hostigamiento constantes, así como a la difamación en medios estatales. Además, ha permanecido en su vivienda, sin poder salir, con cerco policial durante días consecutivos, y ha sido interrogada y detenida en numerosas ocasiones.