22 de septiembre de 1939[1]
Sr. Juan Ramón Jiménez Amigo y maestro:
Sentía su ausencia, la falta de su conversación, cuando por carta de usted a Florit, me entero agradablemente de la buena marcha y éxito de sus gestiones para poder marcharme a una universidad floridana. Lo mucho que ha estado usted en mí, lo mucho que tengo que agradecerle desde que por primera vez nos reunimos alrededor de la poesía, se ha agrandado de tal modo con esta última buena nueva que me obliga, que me obliga (sic) a creer en la bondad y la belleza en su mejor unidad indestructible.
He hablado con el profesor Zamora. Él me ha informado de las condiciones en que la universidad de Gainesville (Florida) me ofrece la beca. Se trata de matrícula, residencia y alimentación gratuitas durante el próximo curso académico —el curso empieza en septiembre de este año— y la suma de trescientos pesos en efectivo.
Me sería muy conveniente embarcar antes de que el curso empezase, con objeto de repasar y perfeccionar el idioma. Para trasladarme con esa anticipación me serían imprescindibles el envío de los trescientos pesos en efectivo. Me alegraría en extremo que usted hiciese posible que la Universidad me enviase ese adelanto para hacer el necesario gasto de viaje. De ese modo también conseguiría haberme familiarizado con el paisaje antes de que el curso empezase.
¿Gainesville es un pueblecito que está cerca de Miami? ¿Está muy lejos? ¿La Universidad se encuentra cerca de donde usted vive? ¿Me sería posible verlo a usted con frecuencia? Dispense esas preguntas en serie, pero usted sabe que hay en el fondo de todo eso un problema de raíces, eso y la lección que le aprendemos al aire, me atemorizan un poco al trasladarme, y me fuerzan las preguntas. Todas esas cosas que usted me diga me darían seguridades que me son necesarias.
He escrito también al Dr. Rollin S. Atwood, Rector de la Universidad de Gainesville, dándole las gracias. Le pido también el catálogo de estudios que se cursan en esa universidad, a fin de escoger los que me sean más afines y donde puedo ser más útil.
Uno de los atractivos de esa beca que a usted agradezco, es disfrutar de su cercanía. Y así podremos continuar nuestros diálogos interrumpidos,[2] interrupción exterior más que metáfora interna. Interiormente yo siempre sé seguirlo a usted.
Las gracias con un hermoso abrazo de
J.L.L.
Notas:
[1] Copia fotostática del original mecanuscrito en el Fondo Lezama Lima de la Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, en lo adelante PLLBN. Con relación al tema de esta carta, dice en otra de enero de 1940 dirigida también a “Hace tiempo le había escrito dándole las gracias por su gestión en favor de mi beca. La he cancelado para el entrante curso, por muchos motivos, principalmente familiares”. En realidad, la canceló para siempre. No vuelve a tocar el asunto en misivas ulteriores.
[2] Juan Ramón Jiménez vivió en La Habana entre noviembre de 1936 y enero de 1939. Sobre sus conversaciones con José Lezama Lima, recuérdese “Coloquio con Juan Ramón Jiménez», en Analecta del reloj, La Habana, Orígenes, 1953, pp. 40-61.