Cierra en el Minneapolis Institute of Art una ventana estadounidense a la diversidad del arte contemporáneo en Corea del Sur

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Fotografía que documenta el antiguo barrio de Wolgok-dong
Fotografía que documenta el antiguo barrio de Wolgok-dong (IMAGEN Vía: Minneapolis Institute of Art)

La “ola coreana” (K-wave en inglés) sigue dando de qué hablar. Este fenómeno, el de la expansión vertiginosa de la gastronomía y la música pop de Corea del Sur por el mundo, alcanza también el terreno del arte. Galerías tan potentes como la londinense Pace, la parisina Emmanuel Perrotin o la neoyorkina Lehmann Maupin abrieron, a lo largo de la última década, sedes en Seúl, una urbe que se ha convertido en la capital del arte en el continente asiático, quitando protagonismo a Hong Kong.

Así también, la escena joven del arte coreano ocupa cada vez más espacio en galerías ubicadas en las más grandes ciudades del mundo. De esta primavera, por ejemplo, vale destacar The Shape of Time: Korean Art after 1989 (en español: La forma del tiempo. Arte coreano después de 1989), que ya cierra el próximo 23 de junio en el Minneapolis Institute of Art (Estados Unidos).

Abierta en marzo último, la muestra reunió veinticinco nombres de la primera generación de artistas que pudo experimentar los cambios vertiginosos y las libertades llegadas a Corea del Sur con la democracia a finales de los ochenta.

Nacidos entre 1960 y 1986, estos creadores tienen en común una arraigada consciencia social y una mirada crítica, tanto al pasado como al presente. Todos “alcanzaron la mayoría de edad en una época de transición”, y en sus obras todavía está muy presente la memoria colectiva del régimen autoritario que dominó Corea del Sur.

Los artistas tematizan en esta exhibición “los efectos” del crecimiento económico “sin precedentes” que ha moldeado la vida cotidiana de los surcoreanos. La modernización, la industrialización y la urbanización han provocado transformaciones drásticas en las tradiciones y costumbres de los ciudadanos. Hoy Corea del Sur está entre las quince economías más vitales del mundo, pero solía tener un PIB más bajo que el de Ghana antes del cambio democrático.

Otro de los temas abordados en la muestra ha sido la división entre la Corea del Norte y la del Sur, ocurrida en 1945. Algunos de los artistas imaginan una reunificación o investigan la zona fronteriza entre ambos territorios. Hay una obra que es el registro de una performance que tuvo lugar en un mirador turístico ubicado en la DMZ, abreviatura de la “zona desmilitarizada”, creada en 1953 como barrera entre Corea del Norte y Corea del Sur.

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A cada lado de la línea fronteriza hay alrededor de dos kilómetros de margen. Cuando se trazó la línea demarcación, en 1945, fue imposible viajar libremente entre Corea del Norte y Corea del Sur y se cortó la comunicación entre familiares de ambos lados. Los lugares sagrados y de importancia histórica quedaron inaccesibles para los del otro lado, recordaba el artista Yeondoo Jung.

Un tríptico fotográfico de Ahn Sekwon constituye “una elegía visual para el barrio de Wolgok-dong”, erradicado gradualmente. Situado en el norte de Seúl, Wolgok-dong “creció en densidad de población en la década de 1970 hasta que se declaró obsoleto y sus casas originales se sustituyeron por estructuras imponentes de apartamentos”. En la década de 2000 se implementó un proyecto gubernamental en esta zona “para aliviar el hacinamiento mediante la construcción de nuevos desarrollos”, ha explicado el creador.

Otras obras tematizan la disputa y la convivencia de ideologías opuestas en la Corea del Sur actual. El viejo deseo de homogeneidad colectiva se enfrenta hoy al deseo de individualidad de las nuevas generaciones.

El interés creciente que despierta el arte coreano ha llevado también a la aparición de investigaciones sobre el tema, como el libro Art from 1953: Collision, Innovation, Interaction (en español: Arte coreano desde 1953: colisión, innovación, interacción), publicado por la editorial Phaidon. El volumen es un recorrido que va desde la escena artística del final de la guerra que dividió la península hasta las escuelas de arte modernas que surgieron en los noventa.

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