MIAMI, Estados Unidos. – Sandro Castro, el nieto más mediático del extinto dictador Fidel Castro, reaccionó este lunes a las críticas por la promoción de su fiesta de cumpleaños, programada para el próximo 5 de diciembre. En un video publicado en su cuenta de Instagram, Castro defendió su “derecho” a celebrar como un “joven cubano revolucionario”, a pesar de la crisis económica y los prolongados apagones que afectan a la población en la Isla.
“Lo que quiero dejar claro es que estoy celebrando mi cumpleaños como un joven cubano revolucionario”, declaró el joven.
Según el cartel promocional de la fiesta de marras, los invitados recibirán un cóctel de bienvenida, cerveza Cristal, vino espumoso y, las primeras 20 mujeres en llegar, un “shot de Tequila Rose”.
Castro arremetió contra los críticos y los calificó de “voceros de Estados Unidos”. “Estoy celebrando mi cumpleaños como un joven cubano revolucionario, con todo mi derecho, en mi lugar, en mi negocio, donde todo está en el margen de la legalidad siempre y habrá un ambiente sano”, aseguró.
En otro momento de la directa, y pese a tratarse de un evento de lujo en medio de la crisis que padecen los residentes en la Isla, dijo: “Lo que tenemos es que estar unidos todos en estos momentos de dificultades”.
Al concluir su mensaje, Sandro Castro reafirmó su lealtad al régimen: “Estoy con mi patria y con mi país”.
Por su parte, el organizador principal de la fiesta, Carlos Rogelio Bolufé (identificado en Instagram como “Carlucho Verde”), también defendió el evento a través de un video en Instagram, en el cual describió el bar EFE como “el lugar más humilde que puede haber en Cuba”. “Este flyer [volante] que hicimos no es para dañar ni ofender a nadie”, afirmó Bolufé, que también aseguró que no tenían intención de perjudicar al pueblo y reiteró su apoyo a la “Revolución”. “¡Viva Canel, viva la Revolución, viva Cuba!”, exclamó al final de su mensaje.
El bar EFE ha sido criticado por ser sede de lujosos eventos en medio de la grave crisis que atraviesa la Isla. Incluso, ha sido blanco de quejas por posturas de acceso excluyentes, homofóbicas, racistas y clasistas, y por sus elevados precios (una noche en el bar EFE puede superar con creces el salario mínimo en Cuba).
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