MADRID, España.- El cubano Davy Alemán Oropesa puso fin a siete años de vida en Estados Unidos después de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) le notificara que debía abandonar el país. Para evitar un proceso de detención prolongado, optó por “autodeportarse” y abordar un vuelo de regreso a Cuba desde el aeropuerto internacional de Miami.
La despedida, registrada por el periodista Javier Díaz, de Noticias Univisión, mostró los momentos más difíciles: “Imágenes muy tristes, el cubano Davy Alemán Oropesa este domingo 14 de septiembre decide regresar a Cuba de manera voluntaria, lo que sería técnicamente una autodeportación, pues el gobierno le dijo que tenía hasta el día de hoy para abandonar el país”, explicó.
La partida significó un duro adiós para su esposa, Yisel Miguel Sarduy, ciudadana estadounidense, y para sus dos hijas. Una de ellas, de apenas dos años, ya fue sometida a una cirugía de corazón abierto y ahora necesita un trasplante. “No sé cómo voy a pagar la renta, ni cómo voy a hacer para atender a la niña”, confesó Yisel entre lágrimas, consciente de la carga que deberá enfrentar en soledad.
Alemán dijo que tomó la decisión para evitar caer en custodia migratoria y con la esperanza de que el proceso de reunificación familiar, solicitado por su esposa ante USCIS, le permita regresar de manera legal en el futuro. Sin embargo, ese trámite podría demorar años y depende además de que se le conceda un perdón migratorio.
La familia asegura que su situación económica es precaria, ya que Yisel dejó de trabajar para dedicarse al cuidado de la pequeña, cuya salud requiere atenciones permanentes. El regreso forzado de Alemán deja al núcleo familiar sin sustento fijo y en un momento especialmente delicado.