MADRID, España.- El cuerpo de Mercedes Cantero Rodríguez, de 64 años y conocida como “La Mora”, apareció a finales de agosto en su vivienda en San Justo, Artemisa, con signos de estrangulamiento. Aunque el hecho no se confirmó hasta este domingo. El presunto autor es Arisbel Cabeza Reyes, el mismo hombre capturado en Bahía Honda y vinculado a otros dos homicidios en la provincia.
El cuerpo de Cantero fue hallado oculto bajo la cama, en avanzado estado de descomposición, según reveló a Martí Noticias un familiar cercano. Los primeros indicios apuntan a que llevaba al menos tres días muerta cuando fue descubierta.
El principal sospechoso está encarcelado por otros dos homicidios en Artemisa, el de un padre y su hijo. El individuo mantenía una relación con la víctima y cumplía condena por hurto bajo un régimen de menor severidad que le permitía trabajar en un hospital.
Vecinos de San Justo relataron a Martí Noticias que comenzaron a preocuparse tras varios días sin ver a “La Mora”. El fuerte olor que salía de la vivienda terminó por levantar sospechas. Una trabajadora de la funeraria local confirmó que el cadáver mostraba señales de estrangulamiento y que el estado de descomposición indicaba varios días sin vida.
El asesino intentó suicidarse de un disparo en la cabeza cuando fue cercado por la policía. Trasladado inicialmente al hospital de Bahía Honda, luego fue remitido a un centro de salud en La Habana, donde permanece bajo custodia.
El caso ha provocado alarma en la provincia, no solo por la violencia del crimen, sino porque se trataría de la tercera víctima mortal atribuida al mismo hombre en menos de un mes. La noticia de su captura ya había generado gran conmoción en Bahía Honda, donde vecinos describieron el impacto que dejó la sucesión de homicidios.
El Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT) y la plataforma Yo Sí Te Creo en Cuba confirmaron este feminicidio, elevando a 31 la cifra de mujeres asesinadas en lo que va de 2025 en la Isla. En 2024 estas organizaciones documentaron 55 feminicidios.
Activistas feministas han alertado repetidamente sobre la ausencia de protocolos institucionales eficaces, refugios para mujeres en riesgo y herramientas legales específicas que permitan prevenir este tipo de crímenes. A pesar de los discursos oficiales sobre “tolerancia cero”, la violencia machista sigue cobrando vidas en la Isla sin que exista aún una Ley Integral contra la Violencia de Género.
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