MADRID, España.- La visita a Cuba este lunes 19 de febrero del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei V. Lavrov, volvió a ser un intercambio de adulación diplomática entre las dos naciones.
Al mencionar el encuentro en Twitter, la Cancillería de Cuba apuntó que “se constató el excelente estado de las relaciones entre ambos países, basadas en históricos lazos de amistad”.
El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, que recibió a Lavrov en el Palacio de la Revolución, no perdió la oportunidad de recordar su visita a Moscú en 2022, destacando cómo esa visita impulsó supuestamente el intercambio en “sectores de interés mutuo”.
Según destaca la información oficialista, Díaz-Canel agradeció el “tradicional apoyo de Rusia a la resolución contra el bloqueo que cada año adopta la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como las múltiples denuncias públicas del país eslavo hacia esa criminal política estadounidense”.
Por su parte, el canciller ruso catalogó el diálogo político de “valioso, amistoso y dirigido a impulsar las relaciones económicas, comerciales y de cooperación existentes”.
Mientras La Habana y Rusia se arropan mutuamente en esta narrativa anti-estadounidense, los ciudadanos de ambas naciones siguen sufriendo bajo regímenes autoritarios y políticas económicas obsoletas.
La visita de Lavrov, la segunda a Cuba en un año, forma parte de su gira por países de América Latina como Venezuela y Brasil.
En abril pasado Serguéi Lavrov viajó a La Habana, donde se reunió con Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel. En la Isla, última escala de una gira por América Latina que también lo llevó a Brasil, Venezuela y Nicaragua, agradeció al régimen cubano por su “plena comprensión” de la invasión rusa a Ucrania.
“Apreciamos que desde el mismo comienzo de la operación militar especial nuestros amigos cubanos (…) hayan manifestado claramente su posición y expresado su plena comprensión en sus valoraciones de las razones que condujeron a la situación actual”, dijo Lavrov durante un encuentro con Bruno Rodríguez en aquella ocasión.
Lavrov, que lleva diecinueve años ejerciendo como ministro de Relaciones Exteriores bajo los mandatos alternados de Vladimir Putin y Dmitri Medvédev, ha defendido firmemente la federalización de Ucrania y la oficialización del idioma ruso en ese territorio. Más de una vez, durante las negociaciones para alcanzar la paz, Lavrov ha dicho que el conflicto en Ucrania podría desencadenar una “Tercera Guerra Mundial nuclear y devastadora”, frase que, para muchos, encierra una amenaza a Occidente.
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