SAN LUIS POTOSÍ, México.- Decenas de misiles rusos golpearon ciudades de Ucrania este lunes, y dejaron al menos 37 muertos, en uno de los ataques más agresivos de los últimos meses.
Los proyectiles impactaron contra edificios de apartamentos y un gran hospital infantil en la capital.
Volodimir Zelenski prometió represalias al declarar que el hospital Okhmatdyt de Kiev, el principal centro de tratamiento de niños con cáncer del país, había recibido el impacto directo de un misil. El ataque formaba parte de uno de los más intensos que ha sufrido la capital desde la invasión rusa de febrero de 2022.
“Rusia no puede evitar saber dónde vuelan sus misiles, y debe responder plenamente por todos sus crímenes: contra las personas, contra los niños, contra la humanidad en general”, publicó Zelenski en la aplicación de mensajería Telegram.
“En total, casi 100 edificios resultaron dañados: un hospital infantil, casas normales, guarderías, una maternidad, un colegio y un centro de negocios. Todavía se están retirando los escombros sobre el terreno”, dijo el presidente ucraniano.
Las imágenes del interior del hospital, que atiende a 20.000 niños al año, mostraban infantes ensangrentados, techos derrumbados y quirófanos destruidos.
Maria Soloshenko, enfermera de 21 años, dijo que el personal del hospital estaba trasladando a los niños a un refugio antiaéreo cuando se produjo la explosión. “El pánico fue inmediato cuando se produjo el ataque”, contó, con los guantes cubiertos de sangre.
Soloshenko dijo que niños de tan sólo 18 meses tuvieron que ser retirados urgentemente de la diálisis y evacuados rápidamente a través de las ventanas del edificio.
Según constató The Guardian, muchos jóvenes enfermos de cáncer fueron evacuados, algunos estaban apenas vestidos y con tubos médicos conectados a ellos.
Tanya Lapshina, enfermera del departamento de traumatología, donde la explosión arrancó la fachada, dijo que consiguieron trasladar a todos los niños a un refugio antiaéreo. “Fue un caos total. Los niños estaban aterrorizados, llorando en el búnker. No hay palabras para describirlo. Es horrible. Todavía estoy temblando”.
La oficina presidencial de Ucrania publicó una imagen en la que se ve a un niño con una herida en la cabeza.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, describió el ataque a la capital como uno de los más intensos desde que comenzó la invasión rusa hace más de dos años. Gracias a las defensas suministradas por Occidente, la ciudad había vivido un periodo relativamente tranquilo antes del lunes.
En la capital, el bombardeo dejó al menos diez personas muertas y 35 heridos, pero las cifras podrían aumentar mientras los rescatistas avanzan en sus labores.
El operador de energía ucraniano DTEK dijo que tres subestaciones eléctricas habían sido destruidas o dañadas en el ataque, el último de una serie de ataques que han reducido a la mitad la capacidad de generación de energía del país en los últimos meses.
El Kremlin no hizo comentarios inmediatos sobre los ataques, pero insiste en que sus fuerzas no atacan infraestructuras civiles.
El siniestro se produce un día antes de que los líderes de la OTAN se reúnan en Washington para celebrar su cumbre anual, en la que se espera que anuncien nuevas medidas para ayudar a Ucrania.
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