LA HABANA, Cuba. – “La Seguridad del Estado cubana quiere ponerle estupefacientes o armas blancas a mi hermano entre sus pertenencias para procesarlo por una causa común falsa, y no política”, denunció en conversación con CubaNet Alberto Ortega Fonseca, hermano de Roberto Pérez Fonseca, condenado a 10 años de privación de libertad por manifestarse el 11 de julio (11J) de 2021 en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque.
Pérez Fonseca fue de los primeros sentenciados, apenas dos meses después de las protestas. El régimen lo acusó de los presuntos delitos de “atentado”, “desacato”, “instigación a delinquir” y “desórdenes públicos”. Según ha denunciado su hermano, el ensañamiento con él se debe a que, durante las protestas, rompió una foto de Fidel Castro.
Actualmente, el hombre de 40 años cumple su condena en la prisión de Quivicán, Mayabeque. De acuerdo con su hermano, un preso común alertó a Pérez Fonseca de los nuevos planes de la Seguridad del Estado en su contra.
Para Alberto, se trata de castigar a su hermano por su rebeldía y continuas protestas dentro de la prisión, en donde se ha negado a usar el uniforme de preso común, cantar canciones comunistas, formar parte del plan de reeducación del sistema penitenciario ―que incluye contenido ideológico―, así como a aceptar la alimentación del centro (se sostiene solo con lo que su madre le hace llegar mensualmente en “el saco” de comida).
En octubre del pasado año, la Embajada de Estados Unidos en Cuba, al mencionar el encarcelamiento de Roberto Pérez, pidió al régimen cubano que respetara las libertades fundamentales del pueblo cubano y que liberara a los manifestantes del 11J.
A raíz de las protestas de las multitudinarias protestas de julio de 2021 y de la condena a su hermano, Alberto ―quien reside en Canadá― fundó el grupo Los Mambises e inició una campaña de boicot al régimen cubano, tanto al turismo como a las empresas o productos que este comercializa.
Justo este viernes, Roberto Pérez cumple 40 años de edad. Alberto teme por su integridad física y por cualquier nueva estrategia del régimen para invisibilizarlo o “castigarlo a más años tras las rejas”.
Esta semana se conoció que la Seguridad del Estado cubana sentenció a cinco años y cuatro meses más de prisión a la dama de blanco y activista de la UNPACU Aymara Nieto Muñoz, presa política desde 2018 y que debía culminar su condena en mayo próximo. Esta constituye la cuarta ocasión en que Nieto Muñoz es sentenciada a prisión por supuestos delitos comunes, que encubren el trasfondo político de su condena.
Según Prisoners Defenders, en Cuba hay actualmente 932 presos políticos, 794 de ellos manifestantes del 11J.
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