MIAMI, Estados Unidos. – Un portavoz adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, aseguró este martes en conferencia de prensa que el Gobierno de su país no valoraba retirar al régimen cubano de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo pese a las recientes conversaciones entre ambos países, de acuerdo con un reporte de EFE.
“Seguimos sin tener un cambio de política en cuanto a la presencia de Cuba en la lista”, dijo Patel.
Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos sostuvieron una reunión sobre cooperación para enfrentar actividades terroristas el jueves y viernes pasado, en La Habana. De acuerdo con la fuente del Departamento de Estado, “estas conversaciones ocurren de forma regular” puesto que Washington y La Habana tienen que llevar a cabo “tareas de cooperación importantes” debido a que comparten fronteras marítimas.
No obstante, insistió en que “el régimen tiene una larga trayectoria de represión contra la sociedad civil y otros factores que hacen que siga dentro de la lista” de promotores del terrorismo.
De acuerdo con informaicón del Ministerio del Interior (MININT) de Cuba citada por EFE, en la reunión de la semana pasada las autoridades de ambos paises trataron el secuestro de aeronaves y embarcaciones marítimas, así como el empleo de redes digitales con fines violentos.
El pasado 23 de marzo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también confirmó que Cuba no saldría de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo tras ser interrogado por la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar.
El régimen de la Isla salió de dicha lista durante la segunda administración de Barack Obama y volvió durante la presidencia de Donald Trump. A inicios de marzo, la administración de Joe Biden ratificó la permanencia de La Habana en el grupo donde también se encuentran Corea del Norte, Irán y Siria.
Inicialmente Cuba fue designada como Estado patrocinador del terrorismo en 1982, debido a su largo historial proporcionando asesoramiento, refugio, comunicaciones, entrenamiento y apoyo financiero a grupos guerrilleros y terroristas individuales, indicó el pasado mes el Departamento de Estado.
Para mantener a la Isla en la lista, la administración Biden tuvo en cuenta el “apoyo repetido” del régimen cubano a “actos de terrorismo internacional, al otorgar refugio seguro a terroristas”.
Asimismo, recordó que “citando protocolos de negociación de paz”, Cuba se había negado a la solicitud de Colombia de extraditar a 10 líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que vivían en La Habana después de atribuirse la responsabilidad del atentado con bomba de 2019 contra una academia de policía en Bogotá, el cual mató a 22 personas e hirió a otras 87.
Además ―aseguró en ese momento el Departamento de Estado―, el régimen de La Habana “alberga a varios fugitivos de la justicia de Estados Unidos buscados por cargos relacionados con violencia política, muchos de los cuales han residido en Cuba durante décadas”.
“Por ejemplo, el régimen cubano se negó a devolver a Joanne Chesimard, alias Assata Shakur, una fugitiva en la lista de los terroristas más buscados del FBI, que fue condenada por el asesinato del policía estatal de Nueva Jersey Werner Foerster”.
