AREQUIPA, Perú – En medio de la crisis energética y la escasez de combustible que atraviesa la Isla, las autoridades cubanas aseguran que el país producirá para 2030 un 29% de su electricidad a partir de fuentes renovables de energía (FRE).
El nuevo plan del régimen trascendió en la reunión “Transición energética en Cuba. Situación actual y perspectivas”, realizada entre representantes del sector empresarial estatal, el dictador Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz.
Un reporte del medio oficial Cubadebate señala que un equipo con representación de diferentes Organismos de la Administración Central del Estado y expertos de las universidades, trabajan en una propuesta de nueva política para la transición energética y su marco regulatorio.
“La demanda de energía en Cuba no se satisface debido a nuestra dependencia de los combustibles fósiles, en su mayoría importados, lo cual afecta significativamente a la economía nacional y la calidad de vida de la población”, indicó Ramsés Montes Calzadilla, director de Política y Estrategia Energética del Ministerio de Energía y Minas.
Según datos oficiales de abril de 2021, el 95% de la matriz energética cubana se basa en combustibles fósiles y solo el 5% en energías renovables.
Asimismo, según Montes Calzadilla, Cuba requiere de ocho millones de toneladas de combustibles para su funcionamiento relativamente normal, una demanda que debe cubrirse con la importación del 60% de ellos, lo que significa que la independencia energética de la Isla es de solo el 40%.
Según el consumo de combustibles por actividad económica, la generación de electricidad, el transporte automotor y la producción de calor en la economía representan el 84% del consumo, explicó el directivo.
No obstante, la producción de electricidad requiere del 61% de los combustibles disponibles por el país. La producción nacional (crudo y gas natural) cubre el 54% de la generación, y el otro 46%, el fuel y el diésel, que son los más costosos, se tienen que importar.
Otro de las aspiraciones del régimen cubano es alcanzar el 100% de generación con base en las fuentes nacionales de energía, es decir, petróleo crudo y gas acompañante. Todo ello, también para la década del 2030.
La meta del plan gubernamental es que, para 2050, Cuba haya completado la transición energética, y sea capaz de producir el cien por ciento de electricidad con fuentes renovables de energía.
Sin embargo, la crisis del sistema electro-energético nacional es resultado de décadas de malas políticas de gobierno y el deterioro de termoeléctricas e infraestructuras que por décadas. Las autoridades cubanas en otras ocasiones han ofrecido alternativas milagrosas para los problemas que se han cumulado, mientras los apagones y las afectaciones siguen siendo noticia.
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