MIAMI, Estados Unidos. – En abril de 2022 ocurrieron en Cuba 293 protestas públicas, lo que confirma una tendencia ascendente en relación con las 232 del mes pasado y las 202 documentadas en febrero, según informa el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) en su más reciente informe mensual.
El OCC compara la supuesta masividad del apoyo al régimen, teniendo en cuenta el desfile por el Día Internacional de los Trabajadores, con otros casos históricos similares registrados en vísperas de un cambio, como los desfiles para celebrar el aniversario de la Alemania comunista muy poco antes de la caída del Muro de Berlín, o las manifestaciones convocadas por Nicolae Ceausescu en Rumania en apoyo al XIV Congreso de su partido.
En su informe, el OCC también apunta que las cifras de protestas en abril desmienten la imagen de exportación de un desfile popular de homogénea “reafirmación revolucionaria” celebrado este Primero de Mayo.
De hecho, en abril hubo un promedio de casi 10 protestas diarias, lo que significa un incremento de tres protestas diarias en relación con el mes anterior.
En comparación con abril de 2021, cuando ocurrieron 203 protestas ―dos meses y medio antes del levantamiento nacional del 11J― hay un incremento del 44%.
De las 293 protestas de abril, las realizadas en defensa de derechos políticos y civiles sumaron 194 (66%), principalmente en rechazo a la represión y las arbitrariedades judiciales y penitenciarias contra manifestantes pacíficos del 11 de julio. En defensa de derechos económicos, sociales y culturales se produjeron 99 demostraciones (34%), mayormente contra la inflación, el colapso del sistema de salud y el desabastecimiento. Estas se duplicaron (79) con relación a marzo (39).
Las protestas tomaron forma lo mismo en pintadas en muros, cacerolazos callejeros, carteles, llamados a la rebelión en plazas públicas, reparto de volantes impresos, distribución de información alternativa por la aplicación Zapya de los celulares, protestas en las redes sociales como Telegram, Twitter y Facebook, entre muchas otras.
Además, el informe del OCC destaca cómo los preparativos para los desfiles del Primero de Mayo en toda la Isla se desarrollaron bajo medidas coercitivas a fin de garantizar una asistencia masiva. En un documento circulado al sector de la Salud se menciona la designación de “agitadores políticos” para garantizar la “combatividad” de la marcha y de “activistas revolucionarios” para “la vigilancia y enfrentamiento a cualquier provocación”.
Haciendo un paralelismo con el régimen rumano, el informe concluye que “la élite de poder cubana (…) continúa concentrada, como Ceausescu, en aplastar los síntomas, pero no arreglar las causas, de la creciente ingobernabilidad. En intensificar la represión y generar falsos positivos de apoyo popular ―como el desfile del Primero de Mayo― pero no en echar atrás la desastrosa política que los lleva al despeñadero”.
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