MIAMI, Estados Unidos. — El 10 de junio de 2020 falleció en Ciudad de México (México), víctima del COVID-19, el pintor mexicano Antonio González Orozco, uno de los principales exponentes del muralismo en el país azteca.
Nacido el 10 de mayo de 1933 en Ciudad de México, González Orozco estudió de 1953 a 1957 en la Antigua Academia de San Carlos. En 1956 fue alumno de Diego Rivera, quien motivó su interés por el muralismo durante un curso que impartió en dicha institución sobre técnica mural.
A lo largo de su extensa carrera —que abarca la segunda mitad del Siglo XX y parte del Siglo XXI— Antonio González Orozco, contribuyó a la plástica mexicana con pinturas de caballete y retratos, dibujos, grabados, serigrafías, esculturas, muchas de las cuales exhibió en 31 exposiciones individuales, tanto en México, como en diversos países como Estados Unidos, Canadá, Polonia y Rumanía.
Sus obras trazarían una línea pictórica distante y un tanto experimental a la de sus maestros Leandro Carreón y Diego Rivera.
De González Orozco destacan particularmente ocho pinturas murales, ubicadas en la Ciudad de México, Coahuila, Sinaloa y Chihuahua.
El destacado muralista alternó su carrera artística con sus labores de restaurador en el Castillo de Chapultepec, lugar en el que dejó su huella con dos cuadros de su autoría: Retrato de Joaquín de la Cantoya y Rico (también conocido como Globo de Cantoya) y Fusilamiento de Agustín de Iturbide.
Como restaurador en el Castillo de Chapultepec conoció a quien fue su esposa: Mercedes Arriaga Rivera. Con ella contrajo matrimonio en 1969, con los que tuvo dos hijos: Alejandro y Antonio. En 1978 instaló su casa-estudio en el pueblo prehispánico de Tetelpan, al sur de la Ciudad de México. En este lugar continuó con su labor creativa hasta su fallecimiento en 2020.