MIAMI, Estados Unidos. – El pasado sábado se inauguró en La Habana la exposición “Hot Stuff”, una muestra que busca visibilizar la confluencia espacial y temporal de varios artistas para quienes el sexo ha sido un recurso o tema constante en su obra.
La exposición, que toma su nombre de la canción homónima de Donna Summer de los años 70, es un homenaje a la cultura de la noche, la cosificación y el fetichismo en el acto sexual, y la percepción humana como un ser afectivo y carnal, de acuerdo con publicaciones en redes sociales de la Galería-Estudio Delirio.
Abram Bravo (Matanzas, 1995) y Marialis Martínez (Matanzas, 1991), los jóvenes curadores de esta iniciativa, han seguido la pista de artistas que trabajan el imaginario sexual en diferentes aspectos de su producción.
“Para algunos es finalidad explícita, y para otros una herramienta efectiva para organizar reflexiones de otro tipo, pero en todos es común recalar con frecuencia en dicha estética”, explicaron. La exposición pretende validar ese parentesco y mostrarlo, “cuanto más explícito mejor”.
La exposición incluye a artistas de diversas generaciones y manifestaciones, con proyecciones simbólicas variadas. La intención es trazar una línea curatorial que entrelace las visualidades en la utilización explícita de recursos del universo sexual.
“Pretendemos generar un espacio de interacción público-obra donde se exalte el sexo como vía de canalización de impulsos primarios y regulador humano para la vida en sociedad”, señalaron los curadores, añadiendo que la muestra busca celebrar “el deseo y la líbido (en su más amplio sentido) como felicidad-necesidad común”, indicó la Galería-Estudio Delirio.
La muestra está integrada por obras de los artistas Adrián Socorro, Alejo Cañer, Cutty Ragazzone, Hilda maría Enríquez, Iván Soca, Jonathan Moreno, José Ángel Nazabal, Juan Rivero, Lancelot Alonso, María de Lourdes Santana, Niels Reyes, Osneldo García, Rafael Zarza, René Peña, Rocío Aballí, Rocío García, Unicorn Bitch Y Yanahara Mauri.
La exposición también busca redimir la temática sexual, que todavía carga con el tratamiento cauteloso y la mirada esquiva de parte de la institución.
“Hot Stuff se monta en la liberación de los imaginarios y las aperturas lingüísticas que han supuesto diversos movimientos alternativos en la cultura cubana y ya ahora generalizados”, comentaron los curadores, “para producir un efecto semejante en los sistemas creativos visuales que pasan la línea de lo erótico, aunque más de una vez se crucen”.
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