MIAMI – Estados Unidos ha iniciado un despliegue estratégico de fuerzas aéreas y navales en el sur del mar Caribe para hacer frente a amenazas emergentes de operaciones de narcotráfico por parte de cárteles latinoamericanos elevados a la categoría de “terroristas globales” según detalla la agencia Reuters.
Según fuentes consultadas por Reuters, el Pentágono recibió órdenes de preparar distintas opciones operativas en la región. El despliegue forma parte del enfoque del presidente Donald Trump para fortalecer la seguridad fronteriza y frenar el flujo de drogas y migración irregular. En las semanas recientes, ya se habían desplegado al menos dos buques de guerra para reforzar el control antinarcóticos y fronterizo.
La acción está dirigida a contrarrestar grupos como el Cártel de Sinaloa y el Tren de Aragua, designados recientemente como organizaciones terroristas por Washington, resalta la agencia.
Este despliegue se enmarca dentro de una estrategia más amplia de interdicción marítima y aérea que el país ha venido desarrollando desde hace años. En el pasado, la Fuerza Aérea desplegó aeronaves de vigilancia, como los aviones AWACS y JSTARS, desde bases avanzadas en la región, como la ubicada en Curazao, para detectar y monitorizar rutas de narcotráfico.
Recompensa aumentada para la captura de Maduro
En paralelo, el Departamento de Justicia de EE.UU., representado por la fiscal general Pam Bondi, anunció que la recompensa por información que conduzca al arresto del presidente venezolano Nicolás Maduro fue elevada de 25 a 50 millones de dólares.
Bondi acusó a Maduro de colaborar con organizaciones criminales como el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y el infame Cártel de los Soles, entendiéndolo como uno de los principales narcotraficantes del mundo y una grave amenaza a la seguridad nacional de EE.UU.
Además, Bondi detalló que el gobierno estadounidense ha incautado activos valorados en 700 millones de dólares relacionados con Maduro, entre los que se encuentran aviones privados, mansiones (incluso una en República Dominicana y otras en Florida), una finca de caballos, vehículos, joyas y efectivo.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que no existen investigaciones ni evidencia que vinculen a Maduro con el Cártel de Sinaloa. Por su parte, el gobierno venezolano rechazó las acusaciones y las consideró propaganda política
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