MADRID, España.- Hamlet Lavastida, activista y uno de los artistas cubanos más reconocidos en el ámbito del arte contemporáneo internacional, recibió recientemente el Premio Libertad de Expresión en las Artes, otorgado por la organización Index on Censorship (Índice de Censura, en español) en su vigésimo segunda edición.
Lavastida “ha utilizado su arte para documentar los abusos de los derechos humanos en Cuba y para criticar los abusos de la dictadura”, así como “empuja los límites de la censura en Cuba y destaca el espíritu distintivo cubano de resistencia cultural”, consideró el jurado.
“A lo largo de su carrera, Lavastida ha buscado usar su arte para luchar por la transparencia y la libertad de expresión, para luchar contra el Gobierno cubano. Ve su arte como una herramienta no violenta para luchar contra el régimen actual”, señala Index on Censorship.
La organización recordó además la participación de Hamlet Lavastida en el movimiento 27N y denunció el acoso y detenciones de los que fue víctima en Cuba; por lo que fue declarado “prisionero de conciencia” por Amnistía Internacional.
La directora general de Index on Censorship, Ruth Smeeth, destacó que los ganadores de estos premios “son un faro para la libertad de expresión, defendiendo sus derechos y valores democráticos frente a peligros personales a menudo inimaginables”.
“El heroísmo silencioso de nuestros ganadores nos da a todos motivos para redoblar nuestro trabajo de defensa de la libertad de expresión en todo el mundo, dar voz a los perseguidos y oponernos a la represión allí donde la encontremos”, agregó.
En mayo pasado el artista cubano recibió el Premio de Arte Contemporáneo 2022 entregado por Idealista, el portal inmobiliario más reconocido en España, por su proyecto “República Penitenciaria”.
Lavastida ha expuesto en instituciones y museos de distintas partes del mundo. Entre ellos: Documenta, Kasel (2022); Museo Reina Sofía, Madrid (2022); La Bienal OO, Habana (2018); ARTIUM y Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, Vitoria-Gasteiz (2015).
En junio de 2021, tras su regreso a Cuba de su residencia en la galería Künstlerhaus Bethanien, en Berlín, fue detenido y trasladado al cuartel general de la policía, Villa Marista, La Habana.
Después de meses encarcelado, acusado de incitación a delinquir, el artista fue obligado al exilio en septiembre de 2021, y se trasladó a Polonia con su pareja la escritora Katherine Bisquet, quien también fue víctima del acoso de la dictadura castrista.
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