MADRID, España.- El Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) informó este miércoles que el número de casos confirmados del virus de Oropouche en el país ha ascendido a 506 desde la detección del primer infectado en mayo pasado. Las autoridades sanitarias volvieron a decir que hasta el momento no se han reportado casos graves ni fallecimientos a causa de esta enfermedad en la Isla, aunque diversos testimonios de la población sugieren una realidad diferente.
Francisco Durán, director nacional de Higiene y Epidemiología del MINSAP, detalló que la enfermedad se ha extendido a las 15 provincias del país, afectando a 99 municipios y 172 áreas de salud. Según Durán, el 80% de los pacientes sospechosos han recibido tratamiento domiciliario debido a la levedad de sus síntomas. Además, afirmó que la cifra de afectados en Cuba es “la más baja en la región de América Latina y el Caribe”.
No obstante, estas declaraciones han sido cuestionadas por profesionales de la salud y ciudadanos. El doctor Miguel Ángel Ruano, presidente del Gremio Médico Cubano Libre, en una entrevista reciente con CubaNet contradijo la versión oficial al afirmar que sí se han producido fallecimientos asociados al virus de Oropouche. Ruano señaló que las muertes podrían atribuirse a tratamientos inadecuados y a la falta de medicamentos necesarios para abordar la enfermedad y sus complicaciones.
Ruano también destacó que en Cuba coexisten varias arbovirosis, lo que complica el panorama epidemiológico. Subrayó que algunos de los fallecimientos están siendo registrados oficialmente como “síndrome febril agudo de causa inespecífica” o “fiebre de causa desconocida”, lo que podría estar ocultando el verdadero impacto del virus de Oropouche en la población.
Adicionalmente, múltiples reportes ciudadanos en redes sociales indican un posible subregistro de casos. Muchos habitantes afirman que no se les realizan pruebas diagnósticas específicas y que sus síntomas son atribuidos genéricamente a “un virus”. Asimismo, existe un número indeterminado de personas que prefieren no acudir a los centros de salud, optando por la automedicación y convalecencia en sus hogares debido a las precarias condiciones hospitalarias y la escasez de medicamentos.
Aunque Durán reconoció la presencia de complicaciones como meningitis en algunos pacientes, no proporcionó cifras concretas sobre la incidencia de estos casos.
El especialista reiteró que la limpieza de las calles es un factor clave para controlar la expansión del virus. Sin embargo, al mencionar “el saneamiento del entorno”, parece ignorar que Cuba se ha convertido en un enorme vertedero, consecuencia de la incapacidad de quienes gobiernan. La acumulación de basura ha alcanzado niveles alarmantes, con montañas de desechos que representan un grave riesgo para la salud pública.