QUERÉTARO, México.- Diocles Torralba González, un exdirigente del régimen cubano presuntamente implicado en el caso del general Arnaldo Ochoa, falleció este jueves en La Habana.
Torralba murió a los 84 años, a causa de cáncer de colon en estado avanzado, de acuerdo con el medio independiente Café Fuerte.
Fue uno de los integrantes de la “generación histórica”. Exministro de Transporte y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Torralba cayó en desgaracia por su presunta implicación en el caso Ochoa en 1989.
Natural de Palma Soriano, se unió al Movimiento 26 de Julio y, posteriormente, se integró al Ejército Rebelde en Sierra Maestra, donde ascendió a capitán.
Fungió como ministro de la Industria Azucarera en sus mejores años de zafra (1977 y 1985). En el año 1985 fue nombrado ministro de Transporte.
Su destitución de este cargo, en 1989, se produjo en el contexto de la detención de su amigo, el general Ochoa, Tony de la Guardia y otros altos funcionarios del régimen. Torralba habría caído en desgracia por no rectificar su ”conducta personal”, relacionado después con un estilo de vida supuestamente “licencioso y corrupto”.
Su arresto se produjo en el verano de ese año, y coincidió con el llamado caso “Causa número uno”, que implicó un proceso judicial y fusilamiento de Arnaldo Ochoa, el coronel Tony de la Guardia y dos militares más, el 13 de julio de 1989.
El exfuncionario fue suegro de Tony de la Guardia, quien estuvo casado con su hija María Elena. También estuvo emparentado con los Castro, pues su sobrina Dashiell mantuvo una relación con Antonio Castro Soto, el cuarto de los cinco hijos que Fidel tuvo con Dalia Soto del Valle
Torralba fue condenado a 20 años de cárcel por el Tribunal Provincial Popular de la Ciudad de La Habana por malversación, abuso de autoridad, manejo indebido de recursos.
También figuraron entre los presuntos delitos, la ocupación ilícita de edificios y falsificación de documentos públicos.
Al cumplir una década de la condena en la prisión de Guanajay, fue excarcelado. Pasó el resto de su vida en La Habana, alejado de la vida pública.
El caso Ochoa
El 30 de junio de 1989 comenzó en Cuba el juicio que condenaría a la pena de muerte a Arnaldo Tomás Ochoa Sánchez, General de División de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); Antonio (Tony) de la Guardia, coronel del Ministerio del Interior (MININT); Jorge Martínez Valdés, capitán de las FAR; y Amado Padrón Trujillo, mayor del MININT.
Estos cuatro hombres y otros diez, acusados de narcotráfico y “alta traición a la patria y la Revolución”, fueron juzgados por un tribunal presidido por el general de brigada Juan Escalona Reguera y compuesto por generales de las FAR, en un juicio emitido durante un mes por la Televisión Cubana tras una minuciosa edición.
Según las autoridades cubanas, Ochoa y los otros 13 acusados estaban relacionados con narcotraficantes internacionales y se dedicaban a traficar de manera ilícita con cocaína, diamantes y marfil; utilizando el espacio aéreo y las aguas cubanas.
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