San Luis Potosí, México.- Idelberto Cruz Pérez, de 73 años y con padecimientos crónicos, fue víctima de golpes y tonfazos, propinados por un guardia de la cárcel tunera, conocida como el Típico, y quedó gravemente lastimado. Así lo expuso el también prisionero Francisco Ortiz Rodríguez al Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
De acuerdo con el testimonio del recluso, un teniente que se desempeñaba como jefe de turno, lo golpeó con la tonfa y lo arrastró hasta el patio. Este funcionario, anteriormente, le había faltado el respeto al anciano.
Luego, junto a otro guardia ayudante, identificado como Diego, continuaron dándole golpes que lo dejaron con las costillas y el coxis afectados.
“Está en malas condiciones. Ahora él iba a llamar a la Fiscalía para denunciar. Quiero que esto se conozca bien para que sepan la verdad”, pronunció Francisco Ortiz Rodríguez.
Ortiz fue trasladado a otra prisión como represalia por haber visibilizado la golpiza al anciano, destacó el OCDH.
No son pocas las denuncias de abusos en las cárceles cubanas protagonizadas. De hecho gran parte de estos comportamientos clasifican como tortura según los estándares internacionales.
Algunos prisioneros han confesado haber sufrido malos tratos que incluyen la violencia física, traslado a celdas de castigo, y privación de visitas y llamadas telefónicas.
Violaciones de derechos humanos en cárceles cubanas
Información revelada en agosto por el centro de asesoría legal Cubalex demostró que en la Prisión Provincial de Pinar del Río las autoridades carcelarias utilizan al recluso Lewis Calas Herrera, un exboxeador, para golpear a otros presos.
#CubalexDenuncia: Lewis Calas Herrera, preso común que trabaja como “Disciplina” en la compañía No. 1 de la Prisión Provincial de Pinar del Río, es usado por el Jefe de Orden Interior Lázaro Castillo Placencia y el reducador Primer Teniente Nivaldo, para golpear a otros reclusos. pic.twitter.com/hwVXfluofp
— Cubalex (@CubalexDDHH) September 5, 2023
El hombre ha sido usado por el Jefe de Orden Interior Lázaro Castillo para atacar a casi una veintena de prisioneros.
Otro caso que evidencia las violaciones de derechos humanos en las penitenciarías cubanas, es el de Lázaro Lenin Almenarez Álvarez. El reo murió a inicios de septiembre en la Prisión Provincial de Las Mangas, en Bayamo, Granma, por falta de atención médica.
El joven, que tenía 32 años en el momento de su deceso, estuvo seis días con hemorragias y su cadáver presentaba signos de golpes en la clavícula y las costillas.
Un informe publicado por Cubalex resalta que el sistema penitenciario cubano continúa enfrentando un cuadro crítico de sobrepoblación a consecuencia del hacinamiento y la falta de una infraestructura adecuada. Esta situación tiene graves repercusiones en el disfrute de los derechos fundamentales de la población reclusa, tales como la dignidad, la salud, la alimentación.
