LA HABANA, Cuba. – Este 12 de julio, otra fecha en la que se conmemora el primer aniversario de las manifestaciones del pueblo cubano contra el régimen, la presencia policial se mantuvo en varios lugares céntricos de La Habana.
La semana en curso se ha caracterizado por el fuerte despliegue militar en las principales arterias habaneras y por la celebración de ferias gastronómicas e industriales, organizadas por el régimen con el objetivo de desviar la atención del pueblo sobre el primer aniversario del 11J.
Tanto en el Parque Central como en la calle Neptuno el Gobierno plantó carpas con disímiles ofertas para el pueblo mientras que numerosos niños en edad escolar fueron sacados de las escuelas para que participaran en actividades infantiles programadas.
Desde el día 10 de julio los policías uniformados y los agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil custodiaban diferentes calles importantes de la capital (Prado, Obispo, Boulevard de San Rafael, Carlos III, Calle 23, Calle G) para evitar o controlar otro posible estallido social en estas fechas.
Además, en los últimos días decenas de activistas, opositores y periodistas independientes han reportado el cerco policial alrededor de sus hogares.
Así sucedió con la reportera Camila Acosta Rodríguez, quien está siendo vigilada y controlada por agentes de la Policía política y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) desde antes del 11 de julio.
Otros opositores y reporteros también han denunciado acoso la última semana, como es el caso de Luz Escobar, Manuel de la Cruz, Boris González Arenas y el líder opositor Manuel Cuesta Morúa.
La reportera de CubaNet Claudia Montero y su pareja, el opositor Fabio Corchado Borroto, también reportaron recientemente la presencia de agentes de la Seguridad del Estado frente a su edificio.
Según contó a este medio Corchado Borroto, cuando intentaba asistir al funeral del opositor Alfredo Guilleuma Rodríguez, este martes, dos sujetos del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) le impidieron avanzar.
“Les dije que me dieran una explicación y uno de ellos solo respondía lo mismo. Luego, en un tono irónico, me dijo: ‘Esto es a las buenas. Si quieres a las malas, llamo la patrulla’”.
De esta forma, en el primer aniversario del 11J se registró un considerable aumento de la represión contra la prensa independiente cubana y contra la oposición en general. Numerosos reporteros y activistas fueron sitiados, interrogados y detenidos.
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