LA HABANA, Cuba. – Alfredo Guilleuma Rodríguez, conocido popularmente como El Viejo Alfredo, falleció en la noche de este 11 de julio en su propia casa, a los 92 años de edad.
El Viejo Alfredo no pudo ser cremado, como era su voluntad, puesto que cada funeraria tiene asignada una sola cremación diaria, según informó a CubaNet el activista opositor José Alberto Álvarez Bravo.
Álvarez Bravo, quien relató a este medio que en el funeral celebrado en Calzada y K había “una presencia discreta del aparato represivo”, también señaló que “un pequeño grupo de disidentes, de los pocos que los agentes de la Seguridad del Estado dejaron llegar” acudió al sepelio.
Alfredo Guilleuma, cuyos restos fueron inhumados en el Cementerio de Colón, fue un luchador incansable contra el régimen comunista cubano.
Como luchador clandestino, Alfredo se opuso a la dictadura de Fulgencio Batista primero y a la de los Castro después. Perteneció al Movimiento Liberal Cubano y fue un participante regular de las misas de las Damas de Blanco en la iglesia de Santa Rita de Casia, desde donde las acompañaba siempre a sus marchas dominicales.
Tras conocerse la noticia de su deceso, varios opositores cubanos expresaron en redes sociales su consternación por la muerte de El Viejo Alfredo. Entre ellos, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler Fernández, lo recordó como un “valiente guerrero”.
También la periodista independiente Yunia Figueredo se refirió a Alfredo como “un hermano que a pesar de su edad siempre estaba donde quiera apoyando a todos y luchando por la libertad”.
El Viejo Alfredo siempre tuvo la esperanza y la convicción de que Cuba sería libre y, afirmaba, que se sentía fuerte para seguir luchando por la libertad de su país, como dijo a CubaNet en una reciente entrevista.
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