
“Vacaciones” en Holguín, “después de un curso de estudio y trabajo con mucha escasez”
HOLGUÍN, Cuba. – “Mi hijo me dijo: ‘Papá, terminé el curso con buenas notas, ¿y las vacaciones?’. Con dolor en el alma le respondí que

HOLGUÍN, Cuba. – “Mi hijo me dijo: ‘Papá, terminé el curso con buenas notas, ¿y las vacaciones?’. Con dolor en el alma le respondí que

El agresor fue detenido poco después del crimen. La hija de la víctima sigue hospitalizada.

El fracaso de las campañas de prevención, la crisis económica y las fallas del sistema de Salud Pública han provocado que los niveles de alcoholismo aumenten.

Mientras el régimen habla de sostenibilidad y “protocolos de contingencia”, los vecinos de Moa denuncian una crisis ambiental cada vez más grave.

Decenas de residentes en Moa, Holguín, denuncian una grave contaminación ambiental provocada por la industria del níquel.

En Holguín, la escalada de precios somete a la población a una lucha diaria por la supervivencia.

Los vendedores ambulantes de Holguín, casi todos de la tercera edad, intentan sortear la grave crisis económica vendiendo lo que sea que caiga en sus manos.

En Holguín, como en toda Cuba, la escasez de gas licuado y los constantes apagones, obligan a cocinar con carbón o leña.

La cadena de robo y adulteraciones de los productos comienza mucho antes de que estos lleguen al mostrador de la bodega.

El vertedero improvisado genera preocupación entre vecinos y trabajadores del centro educativo.

HOLGUÍN, Cuba. – “Mi hijo me dijo: ‘Papá, terminé el curso con buenas notas, ¿y las vacaciones?’. Con dolor en el alma le respondí que

El agresor fue detenido poco después del crimen. La hija de la víctima sigue hospitalizada.

El fracaso de las campañas de prevención, la crisis económica y las fallas del sistema de Salud Pública han provocado que los niveles de alcoholismo aumenten.

Mientras el régimen habla de sostenibilidad y “protocolos de contingencia”, los vecinos de Moa denuncian una crisis ambiental cada vez más grave.

Decenas de residentes en Moa, Holguín, denuncian una grave contaminación ambiental provocada por la industria del níquel.

En Holguín, la escalada de precios somete a la población a una lucha diaria por la supervivencia.

Los vendedores ambulantes de Holguín, casi todos de la tercera edad, intentan sortear la grave crisis económica vendiendo lo que sea que caiga en sus manos.

En Holguín, como en toda Cuba, la escasez de gas licuado y los constantes apagones, obligan a cocinar con carbón o leña.

La cadena de robo y adulteraciones de los productos comienza mucho antes de que estos lleguen al mostrador de la bodega.

El vertedero improvisado genera preocupación entre vecinos y trabajadores del centro educativo.
