Beber para “olvidar” el hambre y escasez, no las penas por amor
El fracaso de las campañas de prevención, la crisis económica y las fallas del sistema de Salud Pública han provocado que los niveles de alcoholismo aumenten.
El fracaso de las campañas de prevención, la crisis económica y las fallas del sistema de Salud Pública han provocado que los niveles de alcoholismo aumenten.
Mientras el régimen habla de sostenibilidad y “protocolos de contingencia”, los vecinos de Moa denuncian una crisis ambiental cada vez más grave.
Decenas de residentes en Moa, Holguín, denuncian una grave contaminación ambiental provocada por la industria del níquel.
En Holguín, la escalada de precios somete a la población a una lucha diaria por la supervivencia.
Los vendedores ambulantes de Holguín, casi todos de la tercera edad, intentan sortear la grave crisis económica vendiendo lo que sea que caiga en sus manos.
En Holguín, como en toda Cuba, la escasez de gas licuado y los constantes apagones, obligan a cocinar con carbón o leña.
La cadena de robo y adulteraciones de los productos comienza mucho antes de que estos lleguen al mostrador de la bodega.
El vertedero improvisado genera preocupación entre vecinos y trabajadores del centro educativo.
En Holguín, como seguramente en casi todo el país, la mayoría de los establecimientos gastronómicos utilizan ingredientes de pésima calidad.
La primera tienda de dólares en Holguín no es gran cosa. Ocupa, quizá, un espacio aproximado de 190 metros cuadrados, donde han dispuesto unos 20 estantes
El fracaso de las campañas de prevención, la crisis económica y las fallas del sistema de Salud Pública han provocado que los niveles de alcoholismo aumenten.
Mientras el régimen habla de sostenibilidad y “protocolos de contingencia”, los vecinos de Moa denuncian una crisis ambiental cada vez más grave.
Decenas de residentes en Moa, Holguín, denuncian una grave contaminación ambiental provocada por la industria del níquel.
En Holguín, la escalada de precios somete a la población a una lucha diaria por la supervivencia.
Los vendedores ambulantes de Holguín, casi todos de la tercera edad, intentan sortear la grave crisis económica vendiendo lo que sea que caiga en sus manos.
En Holguín, como en toda Cuba, la escasez de gas licuado y los constantes apagones, obligan a cocinar con carbón o leña.
La cadena de robo y adulteraciones de los productos comienza mucho antes de que estos lleguen al mostrador de la bodega.
El vertedero improvisado genera preocupación entre vecinos y trabajadores del centro educativo.
En Holguín, como seguramente en casi todo el país, la mayoría de los establecimientos gastronómicos utilizan ingredientes de pésima calidad.
La primera tienda de dólares en Holguín no es gran cosa. Ocupa, quizá, un espacio aproximado de 190 metros cuadrados, donde han dispuesto unos 20 estantes