A los que niegan esa realidad que, en Cuba, es el hambre
Tengo miedo a todos esos Brunos Rodríguez que son jefes y cancilleres de la indignidad y que niegan esa realidad que, en Cuba, es el hambre.
Tengo miedo a todos esos Brunos Rodríguez que son jefes y cancilleres de la indignidad y que niegan esa realidad que, en Cuba, es el hambre.
Comer en Cuba se ha convertido, más que en un derecho garantizado, en un privilegio cada vez más inalcanzable.
Lo más importante no es ser culto. Lo verdaderamente importante, lo mejor, es comer como Dios manda…
Para los cubanos, el pan no es solo un acompañante en las comidas, sino un alimento fundamental en un contexto de altos precios y escasez.
La organización Food Monitor Program expuso los datos del recrudecimiento de la crisis alimentaria durante el último año en Cuba.
En Cuba nadie muere de hambre, dicen algunos, pero casi: poco nos falta.
Durante los últimos años, el país ha enfrentado reiteradas crisis en la producción de este alimento, debido a la falta de insumos .
Aunque el precio oficial está fijado en 170 pesos por libra, en el mercado informal, el precio del arroz ha escalado hasta 300 pesos en algunas regiones
Los únicos alimentos disponibles para los estudiantes son “una sopa y picadillo de claria”, dijo una profesora de la escuela primaria José Luis Tasende.
“Lo último es dar clases hasta el mediodía sin haber comido nada desde la noche anterior”, denunció una estudiante de la Escuela Formadora de Maestros de Santiago de Cuba.
Tengo miedo a todos esos Brunos Rodríguez que son jefes y cancilleres de la indignidad y que niegan esa realidad que, en Cuba, es el hambre.
Comer en Cuba se ha convertido, más que en un derecho garantizado, en un privilegio cada vez más inalcanzable.
Lo más importante no es ser culto. Lo verdaderamente importante, lo mejor, es comer como Dios manda…
Para los cubanos, el pan no es solo un acompañante en las comidas, sino un alimento fundamental en un contexto de altos precios y escasez.
La organización Food Monitor Program expuso los datos del recrudecimiento de la crisis alimentaria durante el último año en Cuba.
En Cuba nadie muere de hambre, dicen algunos, pero casi: poco nos falta.
Durante los últimos años, el país ha enfrentado reiteradas crisis en la producción de este alimento, debido a la falta de insumos .
Aunque el precio oficial está fijado en 170 pesos por libra, en el mercado informal, el precio del arroz ha escalado hasta 300 pesos en algunas regiones
Los únicos alimentos disponibles para los estudiantes son “una sopa y picadillo de claria”, dijo una profesora de la escuela primaria José Luis Tasende.
“Lo último es dar clases hasta el mediodía sin haber comido nada desde la noche anterior”, denunció una estudiante de la Escuela Formadora de Maestros de Santiago de Cuba.