LA HABANA, Cuba. – Miguel Díaz-Canel, presidente pro tempore del Grupo de los 77 y China (G77 + China) no asistió a la III Cumbre para entregar el cargo al mandatario de Uganda, ni a la XIX Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), efectuadas en Kampala entre el 16 y 22 de enero. El gobernante cubano delegó sus responsabilidades en el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, cuyo color de piel convenía a la práctica de Fidel Castro para provocar la afinidad de los africanos con los cubanos. Las conclusiones de ambos eventos difícilmente avanzarán, teniendo en cuenta la compleja crisis en Gaza y el Medio Oriente, la guerra en Ucrania y sus consecuencias en el comercio internacional con el aumento de los precios y la disrupción de los abastecimientos.
Su ausencia en esos cónclaves denotó que Díaz-Canel se sirvió del Grupo de los 77 + China para lograr importantes tribunas y codearse con muchos dignatarios, a fin de mostrar a los cubanos que disfruta de prestigio internacional, cuando su nivel de aprobación en casa decrece al unísono de las calamidades internas. En Cuba se recuerda que en enero también se implantó la Tarea Ordenamiento, causante del hambre, la inflación y otras calamidades.
Un nuevo periplo, habría lanzado a Díaz-Canel al fondo del pozo hacia donde se desplaza, pues mientras aduce falta de financiamiento para la alimentación indispensable, realiza altos gastos con su séquito, incluido avión fletado. Se recuerda que él realizó un periplo por los Emiratos Árabes Unidos, Qatar e Irán, del 28 de noviembre al 5 de diciembre pasados. En Nueva York coronó sus ambiciones con los discursos en el 78 Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, y las cumbres sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible, Ambición Climática, Financiamiento, y otras reuniones. La Cumbre del G77 sobre “retos actuales del desarrollo: el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación”, efectuada en La Habana, los días 15 y 16 de septiembre de 2023, había sido el preámbulo a su utilización de la organización.
Durante la visita oficial y los cónclaves en Kampala, el afable vicepresidente Salvador Valdés Mesa acompañó al dictador Yoweri Museveni, en el poder desde hace unos 36 años, tiempo suficiente para haber tenido desencuentros y encuentros con Fidel y Raúl Castro. La presidencia ugandesa pro tempore de ambas organizaciones se extenderá hasta 2026.
En la cumbre del MNOAL, Valdés Mesa presentó las propuestas, que fueron aprobadas, de demandar el cese inmediato al fuego en Gaza y los territorios palestinos ocupados, el envío urgente de una misión internacional, autorizada por la Asamblea General de ONU para garantizar la seguridad y la protección de la población civil y facilitar la entrega de ayuda humanitaria de emergencia, convocar a una sesión reanudada del Período Extraordinario de Sesiones de Emergencia de la Asamblea General para realizar una Conferencia de Paz que permita preservar los derechos inalienables del pueblo palestino, incluido un Estado independiente y soberano con las fronteras de 1967, Jerusalén Oriental como capital, y apoyar el pronto ingreso del Estado de Palestina a la ONU.
En la clausura de la III Conferencia Cumbre del G 77 + China, Museveni señaló los tres aspectos fundamentales del trabajo de su presidencia pro tempore: la producción de bienes y servicios, la mejoría de los mercados comerciales, y la construcción de infraestructura, como represas, bajo el apoyo de China y otros países. Él mostró la preocupación de que la mayoría de los países en desarrollo no cumplían los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuando solo faltan siete años en la agenda. El gobernante destacó su amistad con Fidel Castro y la contribución de este a la escuela de medicina de Uganda.
Según los resúmenes publicados, la Declaración de la Cumbre expresa la intención de “no dejar a nadie atrás”, fortalecer los intereses de los países del Sur y sus capacidades de negociación conjunta dentro del sistema de la ONU, entre otros puntos.
El creciente interés de las autoridades cubanas por el G 77 denota el declive del MNOAL, tribuna de Fidel Castro desde 1961 para avanzar sus conceptos políticos y económicos. Cuba ingresó en el G 77 en 1971, pero mantuvo un bajo perfil con críticas a su desempeño durante muchos años.
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