LA HABANA, Cuba. — El 25 de noviembre fue designado por Naciones Unidas como Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, con el propósito de sensibilizar, denunciar y reclamar políticas públicas que contribuyan a erradicarla. La fecha tiene su origen en el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres activistas dominicanas que se unieron al grupo “14 de junio” contra el dictador Leónidas Trujillo, quien gobernó el país caribeño entre 1930 y 1961.
Las tres hermanas lucharon incansablemente por los derechos de la mujer y contra las continuas violaciones a los derechos políticos. Fueron amenazadas por Trujillo y finalmente ultimadas por el régimen de este. Sus cuerpos fueron hallados, destrozados, dentro de un automóvil en el fondo de un barranco.
El asesinato de “Las Mariposas”, como se las conocía, generó una indignación popular condujo a protestas masivas y convirtió a las tres hermanas en un símbolo contra la violencia machista y política.
Hoy, cuando todas las mujeres de todo el mundo luchan por conquistar o defender sus derechos, la dictadura cubana decide apoyar al régimen de Ebrahim Raisi al votar contra una misión internacional e independiente para investigar las violaciones de los derechos humanos durante las recientes protestas en Irán.
La convulsa situación política que atraviesa la nación islámica tuvo su origen en la muerte no esclarecida de la joven de 22 años Mahsa Amini, quien falleció mientras se encontraba bajo la custodia de la policía moral en Teherán. El motivo de su detención fue no usar “correctamente” el hiyab, y su presunto asesinato provocó una ola de revueltas sociales en las que miles de mujeres se quitaron el velo en señal de protesta.
La posición de Cuba en Naciones Unidas, aunque lamentable, no constituye una sorpresa. También en la Isla se violan los derechos políticos de la mujer y los casos de feminicidio siguen aumentando sin que el Parlamento Cubano se digne a aprobar una ley integral contra la violencia de género.
Como Mahsa Amini, salvando las obligadas diferencias culturales, han sido violentadas todas las mujeres que hoy sufren prisión por exigir derechos ciudadanos y oponerse abiertamente al régimen comunista. Aunque los represores cubanos evitan golpear o asesinar a mujeres disidentes, sí las amenazan con el aumento de sus condenas o la pérdida de la responsabilidad parental sobre sus hijos.
La represión de las protestas en Irán ha causado centenares de muertos y miles de ciudadanos arrestados. Aun así, Cuba se ha plegado al discurso del gobierno iraní como ya lo había hecho al del Kremlin con motivo de la invasión a Ucrania. El régimen de Díaz-Canel depende de ambos países para garantizar el acceso a combustibles y créditos, por limitados que sean. Llegado el caso, el respeto a los derechos de la mujer y humanos en general, funcionan como moneda de cambio en el terreno cada vez más sucio de la política exterior.
Los medios de comunicación oficialistas han replicado las mentiras de la prensa iraní, que califica a los manifestantes de terroristas y alborotadores al servicio de poderes extranjeros. El mismo discurso que se sigue empleando dentro de la Isla para referirse a quienes salieron a protestar el 11 de julio de 2021.
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