LA HABANA, Cuba. — Desde la prisión provincial de Guantánamo, en el oriente cubano, el prisionero Arturo Acosta Ramos reclama ser regresado hacia La Habana, su provincia de origen y residencia, de donde fue alejado como represalia por simpatizar con los manifestantes encarcelados tras las protestas populares del 11 de julio de 2021.
A través de una conversación telefónica Arturo Acosta Ramos detalló que es natural del Vedado, barrio perteneciente al municipio Plaza de la Revolución, en la capital del país. Fue trasladado desde el Combinado del Este para Guantánamo el 20 de julio de 2022 como castigo por ayudar y colaborar con los manifestantes del 11J. Según afirmó, los militares le hicieron creer que lo trasladaban hacia una provincia occidental; en cambio, lo condujeron al oriente de la isla.
En ocasiones anteriores el prisionero ha denunciado que pocos días después de ingresar en la prisión provincial guantanamera, fue agredido por algunos reclusos y le robaron todas sus pertenencias. Se mantuvo doce días en huelga de hambre a modo de protesta, pero sus efectos personales nunca aparecieron.
Acosta Ramos lamentó que en Guantánamo no tiene familiares ni conocidos que puedan visitarlo. Tampoco su padre puede atenderlo, pues sus 74 años de edad y una parálisis en el lado izquierdo de su cuerpo le impiden hacer los viajes desde La Habana. Agregó el prisionero que las autoridades penitenciarias le prometieron trasladarlo para Santiago de Cuba, donde tiene una hermana que podría ocuparse de él. Incluso el propio director de la prisión, el teniente coronel Marcelino Bueno Tavera, lo alentó a solicitar el traslado. No obstante, afirmó Acosta Ramos, ha presentado ya siete solicitudes sin que hasta la fecha le hayan dado contestación.
El reo dio a conocer además que el 9 de noviembre, a raíz de otra huelga de hambre que mantuvo durante cinco días en reclamo de la respuesta, el teniente coronel Georvis Cajigal Cantillo —Director de Cárceles y Prisiones de la provincia oriental— le enseñó un documento donde aparecía escrito “traslado para Santiago de Cuba”. Sin embargo, recalcó, esa supuesta orden hasta la fecha no se ha cumplido.
Asimismo, el mayor Rober (Jefe de Tratamiento Educativo) le aseguró que su traslado había sido aprobado. Sin embargo, enfatizó, aunque los militares alegan que por el momento no hay posibilidades de traslado para Santiago de Cuba, le consta que al menos cuatro presos han sido movidos para esa provincia.
El prisionero reveló también que 11 de diciembre fue conducido a la oficina de Orden Interior, donde el jefe de la prisión y otros oficiales que no se identificaron (un mayor de la Seguridad del Estado y un oficial del DTI) lo amenazaron con suspenderle indefinidamente el derecho a hablar por teléfono si continuaba denunciando las violaciones perpetradas en la instalación carcelaria.
Arturo Acosta Ramos, de 53 años de edad, señaló que padece de úlcera del duodeno y gastritis crónica, y subrayó que las deplorables condiciones y escasez de alimentos en la prisión, sumados a las huelgas de hambre, le han ocasionado una considerable pérdida de peso.
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