LA HABANA, Cuba. – Desde el centro penitenciario de máximo rigor Combinado del Este, el preso político y activista Yuri Almenares González denuncia agresiones y represalias de oficiales de ese penal contra el recluso de nacionalidad india Dalvinder Singh Jagpal.
Almenares González, quien es miembro del Movimiento Cívico Democrático “Una Nueva República – Arnaldo Zapata Tamayo”, relató a través de conversación telefónica con CubaNet que el pasado 2 de noviembre Singh Jagpal le pidió a un guardia del ala sur del edificio 3, donde se encuentra encerrado, que bajara el volumen del altoparlante que a altos decibeles y orientado hacia su celda reproduce canciones de corte pseudo patriótico y procastrista.
El activista denunció también que la respuesta del guardia fue ofender al recluso, además de espetarle que él era un preso, y que por lo tanto tenía que aguantar todos los abusos y tenía que hacer lo que ellos [los carceleros] dijeran.
De acuerdo con el testimonio de Almenares González, Dalvinder Singh Jagpal fue conducido a continuación hacia la oficina del capitán Evelio Fuentes González, jefe del edificio 3, donde se encontraba además el segundo jefe del Combinado. Estos oficiales, como castigo a las quejas y acusaciones de Dalvinder sobre esa agresión y otras violaciones cometidas en el penal, lo privaron de los derechos a hablar por teléfono y salir al patio a tomar el sol y aire libre por los próximos dos meses.
También lo amenazaron con represalias adicionales, como fabricarle una nueva causa o incluso transferirlo a la sección 47, que es donde se encuentran los condenados a prisión perpetua. Amén de lo anterior, los militares mantienen el escandaloso altoparlante dirigido hacia su celda de manera ininterrumpida durante el día y la noche.
El ruido excesivo y molesto produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de los seres vivos. Organismos internacionales reconocen a la contaminación sonora como uno de los principales causantes de una disminución importante en la capacidad auditiva, así como de trastornos que pueden ser tanto psicológicos (como la paranoia) hasta fisiológicos como consecuencia de una excesiva exposición.
Yuri Almenares concluye transmitiendo el agradecimiento de Dalvinder Singh Jagpal porque sus familiares, amigos y seguidores sepan lo que está ocurriendo con él en la mayor instalación carcelaria del país. Es necesario acotar que esta agresión y posterior castigo estarían motivados por el activismo de Singh Jagpal durante su encierro, pues el reo de origen indio constantemente reporta las múltiples arbitrariedades y violaciones cometidas contra los reclusos por parte del personal y funcionarios del penal.
En anteriores conversaciones telefónicas Dalvinder Singh Jagpal relató que se encuentra cautivo en cárceles cubanas desde noviembre de 2002. Señaló que se hallaba hospedado en una casa de alquiler donde coincidió con otros huéspedes que aparentemente resultaron implicados en un caso de corrupción de menores. Fue condenado a 10 años de cárcel “por convicción”, método aplicado frecuentemente por las autoridades cubanas, el cual consiste en sentenciar al acusado en ausencia de pruebas o testigos que demuestren su culpabilidad.
A lo largo de su cautiverio, que a causa de sus protestas se ha extendido a 20 años, el prisionero de nacionalidad india ha sido víctima de torturas físicas y psicológicas por revelar las infrahumanas condiciones de las cárceles cubanas, así como por reclamar incansablemente la debida asistencia consular y el auxilio de la Embajada de su país para revisar su causa y esclarecer el caso.
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