LA HABANA, Cuba. – Continúan las represalias contra el recluso Arturo Acosta Ramos. En esta ocasión fue atacado por un paciente psiquiátrico agresivo, según él mismo denunció desde el centro penitenciario de máximo rigor provincial de Guantánamo, donde se encuentra cautivo.
Mediante conversación telefónica que no pudo ser grabada pues se efectuó bajo permanente vigilancia de un guardia, el prisionero natural de La Habana dio a conocer que el pasado día 21 de diciembre de 2022 fue trasladado al cubículo 7 del destacamento 4B, donde él se encuentra, un enfermo psiquiátrico de historial agresivo y con trastorno de doble personalidad.
Acosta Ramos continuó relatando que el interno, apodado “El Paciente”, en horas de la madrugada se levantó y aprovechando que él estaba dormido lo golpeó en la cabeza con una tabla que había desprendido de la cama. El prisionero señaló que trató de levantarse para defenderse, pero el fuerte golpe lo había aturdido. Según indicó, el paciente psiquiátrico siguió golpeándolo por la espalda, los pies, los brazos y la cabeza, por lo que perdió el conocimiento. Al volver en sí se encontraba en la enfermería, donde lo mantuvieron en observación durante varios días.
Esta información fue corroborada por el preso político Ernesto Arocha Carta, perteneciente al movimiento Por Una Nueva República, quien además añadió que Acosta Ramos presenta numerosos hematomas y como resultado del ataque ha perdido parcialmente la visión del ojo izquierdo. De igual modo señaló que la víctima no aceptó acusar al agresor, pues opina que este por su condición lo que requiere es estar en una instalación adecuada.
Acosta Ramos por su parte agregó que ese enfermo ya ha agredido en ocasiones anteriores a otros dos internos, a los cuales también ocasionó heridas de gravedad, y recalcó que esa información es del conocimiento del jefe de la prisión, teniente coronel Marcelino Bueno Tavera. Asimismo destacó que el teniente coronel Georvis Cajigal Cantillo, director de Cárceles y Prisiones de la oriental provincia, afirmó que nadie había ordenado ubicar a ese recluso en su cubículo, y le aseguró que “se tomarían medidas”.
Arturo Acosta Ramos, quien es residente en El Vedado, cumplía condena en el Combinado del Este hasta que fue trasladado hacia la prisión provincial de Guantánamo el 21 de julio de 2022 como castigo por colaborar con manifestantes del 11J cautivos en la cárcel habanera.
Poco después de llegar a Guantánamo fue agredido por cinco presos y mientras se encontraba en el hospital le robaron sus pertenencias. Al protestar por el robo fue encerrado en la “salita de psiquiatría”, amarrado de pies y manos, desnudo, a una cama infestada de chinches, sin agua ni comida.
Desde su traslado a la prisión provincial de Guantánamo no ha podido recibir visitas, pues su único familiar cercano, su padre, quedó hemipléjico a causa de un infarto cerebral provocado por una golpiza de los militares al intentar presentar una queja sobre el caso de su hijo hace cuatro años.
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