MIAMI, Estados Unidos. – El sacerdote José Conrado Rodríguez Alegre, conocido como Padre Conrado, ofrecerá una presentación sobre el “futuro incierto” de Cuba, su iglesia y su pueblo en la histórica Iglesia de la Transfiguración en Nueva York, un lugar emblemático fundado en el siglo XIX por Félix Varela, según anunció el Centro Cultural Cubano de esa ciudad.
Nacido en San Luis, Oriente, el 4 de junio de 1951, el Padre Conrado ha sido una figura relevante en el movimiento de conciencia cívica de la Isla. Ordenado sacerdote en 1976 tras estudiar en el Seminario San Carlos en La Habana, ha dedicado su vida al servicio de la iglesia y a la defensa de los derechos civiles y la justicia en Cuba.
En reconocimiento a su labor en defensa de los derechos humanos, recibió en 2012 el premio Geremec por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia.
Además de su compromiso pastoral, el Padre Conrado ha contribuido significativamente al pensamiento crítico sobre la realidad cubana a través de sus obras publicadas, entre ellas Florecillas de la Iglesia Cubana, Utopías, Resistencia y sumisión en Cuba y Sueños y pesadillas de un cura en Cuba. Próximamente, se espera la publicación de su obra en tres volúmenes Papeles sobre Cuba.
La presentación del Padre Conrado promete ser un análisis profundo y de primera mano sobre los desafíos que enfrenta la nación cubana y su iglesia en el contexto actual. Este evento, que se llevará a cabo en español con traducción simultánea al inglés, es de entrada libre y cuenta con el apoyo de fondos públicos del Departamento de Asuntos Culturales de la Ciudad de Nueva York en colaboración con el Consejo de la Ciudad.
En los últimos años numerosos sacerdotes de la Iglesia Católica han denunciado públicamente el agravamiento de las condiciones de vida en Cuba, tanto materiales como espirituales.
En su tradicional mensaje de Navidad, en diciembre pasado, la Conferencia de Obispos Católicos de la Isla llamó la atención sobre el año “muy difícil” que se terminaba y clamó por esperanza y solidaridad en medio del “dramático” panorama del país.
Tras lamentar un contexto global marcado por guerras, polarizaciones, y desafíos ambientales y económicos, los obispos católicos reconocieron que también el pueblo cubano sentía con frecuencia que transitaba “en medio de la noche”.
Asimismo, se refirieron a las carencias en alimentación, medicamentos y servicios generales y mencionaron la “emigración creciente de niños, jóvenes, familias enteras”, lo que añade dolor a la situación ya precaria de la población, expresaron.
Los obispos católicos también lamentaron la situación de los presos políticos en la Isla. “Se sigue echando de menos en el hogar y en la comunidad cristiana a los presos. En el corazón y en los rostros de tantos hermanos nuestros hay confusión, tristeza y desesperanza. La economía no acaba de despuntar como se preveía, y la posibilidad de enriquecernos con las legítimas opiniones y pensamientos plurales, no se reconoce y valora suficientemente”, indicaron.
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