GUANTÁNAMO, Cuba. — Los activistas de derechos humanos Yadisley Rodríguez Ramírez y Geovanis Cepúlveda Martínez, reporteros de la agencia audiovisual Palenque Visión, comparecieron este 30 de agosto en la Tercera Unidad de policía de la ciudad de Camagüey para “responder” por una supuesta causa de atentado.
En declaraciones ofrecidas a CubaNet, ambos informaron que fueron citados el pasado 28 de agosto por un agente de la PNR que se personó en sus viviendas. El hombre les notificó que debían presentarse en la sección de la Seguridad del Estado (UPOP), ubicada en la parte trasera de la tercera unidad de Monte Carlos.
Rodríguez Ramírez y Cepúlveda Martínez, quienes también son miembros de la Alianza Democrática Oriental (ADO), fueron recibidos allí, aunque indistintamente, por el Mayor Miranda, quien se identificó como el jefe de Unidad.
El oficial reveló que el motivo de la citación a los reporteros de Palenque Visión fue para tomarles una nueva declaración por una supuesta causa de atentado que data del pasado mes de mayo.
En aquella ocasión, los opositores regresaban de un cumpleaños junto a los también activistas camagüeyanos Adrián Quezada Flores y su esposa Leyanis Heredia Salazar. Justo cuando caminaban por la vía pública fueron increpados por varios policías sin identificar, quienes los detuvieron y golpearon.
A Cepúlveda le dieron por la cabeza, lugar donde tiene implantado platino. Debido a esos golpes convulsionó. Los demás fueron golpeados por todo el cuerpo. Luego los llevaron a la tercera unidad, donde terminaron con una medida cautelar de prisión domiciliaria bajo el cargo de atentado.
Ahora, el Mayor Miranda les dijo que él era el nuevo instructor del caso y que quería tener otras declaraciones para ser justo con ellos, para con estas declaraciones poder cerrar el caso y proceder al juicio.
“Este caso es una manipulación. Nosotros no cometimos ningún delito, tan solo quieren callarnos”, dijo Yadisley.
“Los agredidos fuimos nosotros, fuimos los que recibimos golpes. No nos dieron tiempo a nada ni nos dejaron movernos siquiera. Hasta los niños que estaban con nosotros recibieron spray”, agregó la activista.
En la detención se encontraban cuatro niños menores de edad. Yadisley estaba con sus tres hijos, el mayor en ese momento tenía 15 años, la hembra tenía 12 años y el hijo menor contaba con 6 años, al igual que la hija de Ardían y Leyanis.
“No van a conseguir callarnos. ¿Hasta cuándo tengo que seguir aguantando represión hacia mi persona por tan solo defender a mi pueblo?”, escribió Cepúlveda en su perfil de Facebook.
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