AREQUIPA, Perú – En la Semana Santa de 1956, Irma Izquierdo, una joven de 19 años de Güira de Melena, Cuba, se convirtió en la protagonista de un misterioso suceso que atrajo la atención de la prensa nacional e internacional. Conocida como la “Estigmatizada”, la cubana inició una peregrinación que desafiaba la lógica y suscitaba tanto asombro como escepticismo.
Irma, recordada como una mujer bonita, alegre y extrovertida, no encajaba con la imagen tradicional de ascetas o místicos. Su aparente alegría contrastaba con los estigmas que comenzaron a manifestarse en su cuerpo: sudores sanguinolentos, marcas de clavos en pies y manos, hematomas y verdugones en la espalda.
La “Estigmatizada” aseguraba haber fotografiado a Jesús en el Salto del Habananilla y mostraba la imagen, desafiando la percepción de quienes no lograban ver al sujeto en la imagen.
A pesar de las manifestaciones físicas, Irma no se presentaba como una persona mística. No rezaba en templos católicos y aconsejaba a quienes buscaban su ayuda que llevaran a sus hijos enfermos al médico. Su esposo la acompañaba constantemente, y su comitiva incluía vehículos, destacando un “pisicorre” azul de 1956.
Lo más sorprendente de su peregrinación fue la presencia de una cruz (de 60 libras según muchos), replicando aquella en la que Jesús fue crucificado. Irma caminaba llevando el pesado objeto en tramos de más de 900 kilómetros hacia la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba.
La marcha nocturna, iluminada por velas y faroles, atraía a multitudes y generaba interrupciones en el tráfico.
Irma no siempre llevaba la cruz consigo, pero procuraba no adelantarse nunca al símbolo cristiano durante la peregrinación, añadiendo un elemento peculiar al fenómeno. Eso sí, al llegar a ciudades, tomaba la cruz y atravesaba las localidades ante la mirada asombrada de la gente.
La medicina contemporánea interpretó los estigmas y la histeria de Irma desde un punto de vista médico. Sin embargo, su periplo y la atención que recibió del gobierno cubano la convirtieron en un enigma social y religioso.
La “Estigmatizada” llegó finalmente al Cobre. Mucho antes, a su paso por Cabaiguán, declaró que su misión no terminaría en ese punto, ya que ella emprendería, y así se lo indicaba el Señor un largo viaje hacia Jerusalén.
No obstante, Irma Izquierdo nunca tomó un avión hacia Israel y se estableció en Miami.
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