MIAMI, Estados Unidos. — La venta de los nuevos uniformes escolares en La Habana para el inicio del curso escolar 2021-2022, retrasado en varios niveles de enseñanza por la pandemia de COVID-19, ha comenzado a generar inconformidades en la población de la capital cubana.
El pasado sábado, el medio oficialista Juventud Rebelde informó que la venta de los uniformes para algunos grados de la enseñanza preescolar, primaria, secundaria y técnico profesional había comenzado con éxito en la provincia. La noticia, que fue replicada por el diario Tribuna de La Habana, dejó inconformes a muchos padres de estudiantes, que alegaron dificultades para acceder a los mismos.
“Muy bonito el artículo, pero mi hija comienza mañana su añorado Preuniversitario y lo hará sin uniforme. Triste realidad ésta la de muchas familias cubanas”, comentó una madre en el foro de Juventud Rebelde.
El medio indicó que el propio sábado “diversos miembros de la familia cubana, con entusiasmo y orgullo”, adquirieron los uniformes en diferentes Mercados Artesanales Industriales (MAI) de la capital.
La usuaria, sin embargo, dejó clara que la realidad del nuevo curso escolar es bien diferente a la de otras épocas.
“El inicio de todo curso escolar ha sido una fiesta para los educandos y familia. Hoy la realidad es otra, sin uniformes y con las exigencias de cada centro educativo en cuanto a la ropa de calle que deben usar”, lamentó la usuaria.
La reacción de los lectores de Tribuna de La Habana ante la noticia tampoco se hizo esperar. Falta de uniformes y problemas para encontrar las tallas adecuadas fueron algunas de sus inquietudes.
“Mi hija comenzará el preuniversitario y aún no le han dado el papel para poder adquirir el uniforme aduciendo que hay retraso en la venta de los mismos. ¿Cómo es eso que lo están vendiendo?”, cuestionó en foro del medio capitalino un padre radicado en La Habana que se identificó como Martín.
Otro usuario, Félix, aseguró que existen problemas con las tallas y que no había disponibilidad de uniformes en ninguno de los MAI cercanos a su residencia.
Por su parte, Yudis, también de La Habana, relató que para acceder a los uniformes tuvo que esperar el sábado “durante largas horas” debido a tardanzas en la llegada de la ropa.
Ante esa situación, la usuaria cuestionó la veracidad del relato de los medios oficiales.
“Como es costumbre solo se visitaron los lugares dónde estaban ya a la venta. ¿Pero por qué no visitar aquellos lugares donde no se estaba cumpliendo con lo previsto y cuestionar?”.
La situación con la venta de los uniformes parece ser peor en las afueras de La Habana. En ese sentido, un usuario de Juventud Rebelde denunció que en el municipio de Santa Cruz del Norte, provincia de Mayabeque, “solo había siete pantalones para uniformes”.
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