VILLA CLARA, Cuba. — Justo cuando la pandemia de COVID-19 cobraba mayor número de enfermos y fallecidos en Villa Clara, cientos de personas hallaron en el centro El Mejunje los medicamentos e insumos que necesitaban y que escaseaban desde hacía meses en la red de farmacias gracias a un grupo de voluntarios que se unieron para acopiar donativos y entregarlos a los más vulnerables.
El proyecto “Santa Clara por la vida”, urdido por iniciativa propia de jóvenes emprendedores, artistas y concurrentes asiduos a El Mejunje, socorrió a la población necesitada con aseo, ropa o alimentos y asistieron con almuerzos y comidas a personas de la tercera edad que vivían solos o que contaban con escasos recursos para sobrellevar la crisis.
Este mes de diciembre el grupo de voluntarios vuelve activarse a fin de recaudar toda la colaboración posible para ofrecer una cena navideña para ancianos que viven solos, sin familiares cercanos que los cuiden, o para aquellos que “simplemente quieran ir a compartir un rato lleno de amor, regalos y alegría”, especifica el comunicado en redes que ya ha sido compartido más de 500 veces.
La actriz Lizandra Martín, una de las artífices y promotoras principales del proyecto explica que la convocatoria es abierta y que posiblemente asistan a muchas más personas que en diciembre pasado, cuando organizaron una cena de fin de año similar.
“Incluye a todos esos ancianos que fueron abandonados por su familia, los que se sienten desamparados y no tienen un plato de comida para ese día, el viejito que a veces ves en las calles pidiendo dinero, al que se le fueron sus allegados y viven solos”.
“Es difícil suplir en un día las carencias de tanto tiempo”, continúa la actriz, “pero al menos que tengan un espacio para compartir entre ellos, recibir regalos, que les lleven un plato de comida rico a la mesa, que se sientan atendidos y mimados porque muchos de ellos ni siquiera han ido a un restaurante”.
La cena navideña está planificada para el 21 de diciembre y los organizadores piden toda la ayuda posible de emprendedores, propietarios de negocios o voluntarios para colaborar con suministros o cualquier obsequio que quieran ofrecer a los abuelos.
“Si eres dueño de un restaurante, un bar, un vendedor de paleticas, un buquenque, un director de algo o un digno jefe de núcleo, serás bien recibido para si desean echarle una mano a la iniciativa de este día”, agrega el texto en redes sociales. “Cualquier otra ayuda será bienvenida, hará una gran diferencia en la vida de estos seres que tanto han dado”.
Aunque muchos de los promotores iniciales ya residen fuera del país, el proyecto promete continuar con su objeto social altruista, que no es más que ayudar a aquellas personas más vulnerables o que necesiten de donativos económicos para subsistir, sobre todo teniendo en cuenta que Villa Clara está considerada como la provincia más envejecida del país. Las propias estadísticas oficiales indican que más de 180.000 personas en ese territorio superan los sesenta años de edad, lo que representa el 23.5 % de la población total.
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